«Actúan con absoluto descaro. Ni esperan a que se haga de noche»

«Ponemos en peligro nuestra vida cada vez que bajamos al centro», lamenta Soledad Lafuente, presidenta de la Asociación de Vecinos de Somió. Cuentan incluso los vecinos de la zona que los conductores tienen una «actitud desafiante» porque los hay que no aminoran la marcha ni con los reproches vecinales. «Me han llegado a cerrar entre dos coches porque pité efusivamente a uno de ellos», asegura un vecino que reside en el Alto del Infanzón, en Gijón. Se citan en el bar La Curva, lugar donde suelen terminar sus exhibiciones, para ovacionarse y vitorearse. Con todo, parece que las denuncias vecinales surgen efecto porque al menos durante las última semanas, las carreras han disminuido. «No podemos negar que estos días la presencia policial se ha multiplicado, pero volverán en cuanto se despisten un poco», lamenta Alexandra de la Fuente, presidenta de la Asociación de Vecinos de Cabueñes. Las multas y los controles siguen sin parar a los frenéticos conductores, que «actúan con absoluto descaro, ya ni esperan a que se haga de noche».