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Una autovía que ya de por sí estaba cerca del colapso en un día tan soleado como el de este viernes, en plena salida hacia las playas, y una carga con un fallo en la sujeción, que hizo que un camión perdiese parte de los ... bloques de hormigón que transportaba, supusieron, hacia las dos y media de la tarde, el cóctel perfecto para generar uno de los atascos de mayores proporciones que se recuerdan en la 'Y'.
A la altura de las gasolineras del Montico, en el punto kilométrico 394 de la calzada de la A-8 que une Oviedo y Gijón con Avilés, la pérdida de al menos un bloque de hormigón por parte del vehículo de transporte hizo que el conductor del coche que le seguía no pudiese reaccionar a tiempo y pisase con uno de los neumáticos los restos en la calzada, lo que hizo estallar la cubierta y obligó al conductor a efectuar una rápida parada, a consecuencia de la cual hasta cinco coches que le seguían se vieron envueltos en una colisión por alcance que no causó heridas de gravedad a ninguno de los ocupantes de los vehículos, pero sí que dejó la calzada inutilizada, lo que de inmediato comenzó a formar un gran atasco que se extendió a lo largo de kilómetros, llegando a superar el enlace del nudo de la 'Y' y generando colas de vehículos tanto en la calzada proveniente de Gijón como en la que desde Oviedo dirige tráfico hacia Avilés.
Rápidamente, la Guardia Civil acudió al lugar a ordenar el tráfico, para lo que también situó a una patrulla en el punto kilométrico 392, a dos kilómetros del lugar del accidente para avisar a los conductores, y mientras llegaban las grúas que permitieron la retirada de los vehículos, se organizó en primer lugar el paso del tráfico por el arcén y, cuando fue posible retirar de los carriles de circulación los vehículos implicados en el golpe, se reguló el tráfico, si bien el total restablecimiento de la normalidad no se pudo alcanzar hasta las seis y cuarto de la tarde, cuando los coches fueron retirados.
Como suele ocurrir en casos como este, y pese a que la Dirección General de Tráfico y la Guardia Civil advierten de esta circunstancia continuamente, la curiosidad de los conductores que circulaban por la otra calzada de la autovía estuvo detrás de un segundo siniestro, también por alcance y sin heridos graves. La Guardia Civil procedió a enviar otras dos patrullas al lugar para asistir a los afectados y regular el tráfico también en esa otra calzada, en la que llegaron a registrarse retenciones de ocho kilómetros.
Conductores que se vieron atrapados por el grave atasco comentaron a este periódico que «por momentos, se llegó a colapsar el tráfico casi hasta la salida de Oviedo hacia la autopista», mientras otros añaden que «tardamos más de una hora en llegar desde Pola de Siero hasta el enlace de la 'Y'».
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