Accidente en los Lagos

«¿Cómo están los pasajeros? ¿Hay alguien grave? Y los nenos, ¿todos bien?»

El conductor del autobús que volcó el lunes en la subida a los Lagos de Covadonga permanece en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) con ocho costillas rotas, tibia y peroné también fracturados, contusiones en el pecho y la cadera, el páncreas y el bazo «tocados» y heridas en la cara que obligaron a reconstruirle un pómulo. Pese a todo, su gran preocupación ayer era: «¿Cómo están los pasajeros? ¿Hay alguien grave? ¿Están todos los nenos bien?».

Este profesional con 20 años largos de experiencia al volante, que ha hecho el trayecto a los Lagos infinitas veces sin protagonizar «nunca» un accidente, es uno de los heridos que salió peor parado en el siniestro. «No importa. Lo importante es que la gente esté bien», repite a médicos y allegados, que le tranquilizan y le informan de que casi todos los heridos han recibido ya el alta. «¿Y la mujer que también trajeron al HUCA?», insiste. Ambos fueron trasladados en helicóptero al complejo hospitalario asturiano. Y ambos evolucionaban ayer favorablemente.

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En cualquier caso, «está muy afectado» por lo que pasó y no se quita el accidente del pensamiento. «Lo sentimos muchísimo porque es muy buena persona, un compañero muy querido», le arropaban ayer quienes trabajan con él, que no se explican lo ocurrido. Cuentan que, tras el accidente, el conductor insistía a quienes fueron a socorrerle que «no os preocupéis por mí. Primero, los pasajeros. Ayudad a la gente a salir; mirad que los nenos estén bien».