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david s. fuente
Miércoles, 5 de septiembre 2018, 18:57
Unos minutos antes de las 17.30 horas de este miércoles, llegaba a la iglesia parroquial de San Martín de Luiña, en Cudillero, el coche fúnebre con los restos mortales de María Begoña Miranda Herrero, que falleció el pasado lunes, a los ... 55 años, en el grave accidente de autobús de Avilés. Lo hacía acompañado de dos vehículos repletos de flores, que sus familiares y amigos quisieron enviar para despedirla, en un funeral lleno de dolor y lágrimas.
Su marido y sus tres hijos llegaron juntos en un vehículo tras los restos mortales y recibieron en el apoyo de centenares de personas que acudieron a dar las condolencias a la familia.
Los primeros bancos del templo fueron ocupados por los familiares que, rotos por el dolor contemplaban el féretro, junto a la imagen de Los Dolores. Los cientos de vecinos que acudieron al funeral, lo hacían con el pañuelo en mano, para secar sus lágrimas por la pérdida de «una vecina ejemplar».
El funeral fue presidido por el párroco Antonio Fernández, quien agradeció en nombre de la familia la presencia a todos los asistentes.
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