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Satisfaccion entre los abogados de los dos acusados. Agustín Azparren, representante del ex presidente de El Musel, entiende que los interrogatorios de este jueves evidenciaron que «no hubo quebranto económico y todo se hizo dentro de la legalidad». Viliulfo Díaz, que defiende al ex director general añadió que la obra «debe ser orgullo de los gijoneses» y que «es una lástima haber llegado hasta aquí». A su entender «en vez de acusarlos había que ponerles un monumento de agradecimiento» por lograr una obra que «está en los libros de ingeniería». El letrado mantiene que el superpuesto se hizo «al menor coste posible».
Mañana el juicio contable previsiblemente quedará visto para sentencia con los interrogatorios de los últimos testigos y los informes de las partes.
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