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Guillermo Martínez saluda a Pedro Sanjurjo antes de presentar los datos judiciales.
La violencia de hijos a padres se dispara y obliga a doblar las plazas de tratamiento

La violencia de hijos a padres se dispara y obliga a doblar las plazas de tratamiento

«En lo que va de año se han incoado ya más de veinte casos», advierte el fiscal, que firmó medidas judiciales para más de 300 adolescentes en 2017

CHELO TUYA

Martes, 25 de abril 2017, 02:35

«Aunque en 2016 los datos fueron muy similares a los de 2015, lo cierto es que en los primeros meses de 2017 hemos notado que los asuntos de maltrato familiar se han incrementado bastante. Hemos incoado ya más de veinte casos». Jorge Fernández Caldevilla daba cuenta ayer la memoria de su departamento. El fiscal de Menores acudía al palacio Conde Toreno para la presentación de los datos del Servicio de Justicia del Menor, pero su declaración compartió la misma filosofía del consejero de Presidencia y Participación Ciudadana. «El maltrato de hijos a padres es un fenómeno creciente, por lo que hemos redoblado esfuerzos. Invertiremos 105.000 euros en duplicar las plazas para su tratamiento». Las tres plazas que, de forma experimental, comenzó a ofrecer el año pasado la Fundación Cruz de los Ángeles se convertirán en seis en 2017.

Así lo aseguró Guillermo Martínez en un acto sin precedentes: la presentación conjunta de todas las memorias de las entidades que trabajan en Asturias con menores inmersos en el sistema judicial. Ante un auditorio integrado por expertos en protección a menores, los portavoces de los grupos parlamentarios, el presidente de la Junta, Pedro Sanjurjo, y el del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), Ignacio Vidau, entre otros, los portavoces de Sograndio, Trama y Fundación Cruz de los Ángeles dieron cuenta del cumplimiento de condenas o servicios de los 314 adolescentes que el año pasado entraron en el sistema judicial.

«Los jóvenes no han recibido nunca un no y llegan a la adolescencia sin percibir la autoridad», explicó Luis Miguel Dos Santos, psicólogo de Trama, mientras que Fernando Almansa, de la Fundación Cruz de los Ángeles, resaltó que «los resultados del trabajo con los adolescentes es muy bueno. Salvo una, todas las familias han colaborado. Es muy importante reconducir la situación».

El perfil del menor infractor que dibujan ellos, así como el director de Sograndio, Manuel Ramos, es el de un adolescente, de entre 14 y 16 años, «aunque en 2015 tuvimos un gran repunte de chicos de 15 años», apuntó Ramos, español. «Se ha reducido drásticamente la presencia de menores no acompañados». Todos tienen problemas de conducta y, sobre todo, de consumo de alcohol y drogas. «El 80% consume alcohol y el 60% sustancias tóxicas. No lo hacen a diario, pero sí en los fines de semana».

«Necesitan disciplina»

Todos coincidieron en que «la base del problema es que no reconocen la autoridad de sus padres o tutores» y que la solución no pasa por el internamiento, «salvo en casos graves de agresión o si cometen otros delitos». Según explicó el fiscal de menores, «se intenta buscar una solución que permita una convivencia pacífica a través de medidas socioeducativas, con terapia familiar». Respecto al comentario del referente en tratamiento a menores, el juez de Granada Emilio Calatayud, sobre la necesidad de algunos de volver al servicio militar, Fernández Caldevilla reconoció que «es cierto que algunos menores necesitan aprender un poco de disciplina, no les hubiese venido mal la 'mili'».

Guillermo Martínez también apostó por las medidas educativas antes que las de internamiento y recordó la apuesta de su departamento por los servicios a la comunidad, en la que participaron el año pasado los 288 menores que pasaron por Trama.

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