SARA GARCÍA ANTÓN
Viernes, 3 de marzo 2017, 01:40
Ni los estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ni el informe Capua de la Universidad de Oviedo ni otro más reciente de la Escuela Nacional de Sanidad. En ellos se vinculan la contaminación, afecciones respiratorias, fallecimientos y cáncer, pero no convencieron al consejero de Sanidad, que se remitió ayer una y otra vez al estudio Calidad del Aire y Salud en Asturias de 2016 realizado por el Principado para reiterar que esa relación no está acreditada, manteniendo la posición expresada el 23 de febrero en la Junta.
Publicidad
Francisco del Busto, a preguntas del diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares, sí reconoció ayer una incidencia de la polución en las afecciones respiratorias y cardiovasculares. Pero de vincular contaminación y la prevalencia del cáncer de pulmón en Asturias, nada de nada. «No hay evidencia científica», insistía el consejero en alusión a que el estudio realizado por el Gobierno regional no incluía ese parámetro. Es decir, no analizó la relación entre polución y cáncer de pulmón. Y ante la insistencia de Del Busto en no aceptar esa relación, las críticas se sucedieron. Tanto IU como Podemos señalaron la «irresponsabilidad» que supone «negar un problema». Llamazares incluso acusó al Gobierno del Principado de «refugiarse en el negacionismo» para así evitar tener que adoptar medidas tanto para atajar la contaminación como otras de índole sanitaria. Y en Podemos le recordaban a Del Busto que «los elementos cancerígenos lo son en Asturias igual que en otra parte».
Así, los diputados Héctor Piernavieja y Andrés Fernández Vilanova se preguntaban si el consejero «se cree que esta comunidad autónoma es un microcosmos donde los elementos contaminantes tienen un efecto diferente al que producen en el resto del mundo». En ese caso, le instaron a realizar estudios en Asturias para saber cuáles son los factores de riesgo que hacen que la tasa de cáncer y afecciones respiratorias y cardiovasculares esté «a la cabeza del Estado».
«Burla a la ciudadanía»
Además, reclamaron a Sanidad que desglose los casos de enfermedades en cada área sanitaria para las cuales los elementos contaminantes del aire constituyen un factor de riesgo. Entre estos, citaba Podemos, «es más que evidente que el benceno, cuyas concentraciones se elevan en puntos de la zona de Trubia o de la comarca de Avilés con bastante frecuencia, es un elemento cancerígeno por mucho que los responsables del Gobierno de Javier Fernández, tanto de Sanidad como de Medio Ambiente, se empeñen en negarlo». Un posicionamiento que la formación morada calificó de «burla para la ciudadanía asturiana».
«La realidad es la realidad», le decía Llamazares en la Junta al consejero, que insistía en que en el informe epidemiológico realizado sí se constataba que la contaminación tiene efectos negativos sobre la salud de la población. «La Organización Mundial de la Salud y la sociedad española tendrán sus estudios, algunos los conozco. Y sí digo que en nuestro estudio hay una clara relación entre picos de contaminación y aumento de patologías respiratorias y cardiovasculares en Atención Primaria y Urgencias, pero también que no se infiere una relación entre cáncer de pulmón y contaminación porque no estaba incluido en la metodología», argumentó Del Busto, a quien Héctor Piernavieja acusó de «usar» el estudio para la calidad del aire para responder a una pregunta concreta, realizada la semana pasada, sobre la incidencia de la contaminación en la sanidad pública, cuando el consejero rechazaba aceptar relación entre polución y cáncer.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.