Exhaustos pero aliviados al pisar tierra firme en El Musel

Pisaron tierra firme en El Musel, exhaustos pero enormemente aliviados por haber podido contar lo que otros muchos compañeros de oficio no lograron. Los siete marineros que fueron evacuados a Gijón por el Helimer Cantábrico recibieron las primeras atenciones médicas en la propia base de Salvamento Marítimo en el puerto.

Esperaba su llegada un amplio personal del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) con cuatro ambulancias y una UVI móvil. Los supervivientes -gallegos, portugueses y un ciudadano africano con residencia en Salinas (Castrillón)- fueron recibidos a pie de la pista de aterrizaje con mantas térmicas y sillas de ruedas para trasladarlos al interior de las instalaciones. Visiblemente cansados por el esfuerzo de luchar contra las inclemencias de la mar agarrados a una lancha salvavidas hasta la llegada de los rescatadores, pero enormemente aliviados, fueron sometidos a las primeras exploraciones médicas. Presentaban cuadros de hipotermias y a dos de las siete víctimas tuvieron que ponerles gotero para conseguir su estabilización antes de trasladarlos a los hospitales.

Cinco fueron llevados al Hospital de Jove y los otros dos a Cabueñes, donde pasarían la noche, más por operatividad y para que se repusiesen del cansancio. Su estado de salud es bueno, por lo que recibirán el alta previsiblemente a lo largo de la mañana de hoy.

Agentes de la Guardia Civil se entrevistaron durante la tarde para elaborar el informe y esclarecer las causas del siniestro con final feliz.

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