«Niego rotundamente que haya un problema general de calidad del aire»

Tenía seis intervenciones programadas para hablar de la contaminación del aire, todas para responder a los representantes de Podemos, IU y Ciudadanos, que veían en el asunto el tema de la semana a tratar en el pleno del parlamento. Sin embargo, la consejera de Medio Ambiente, Belén Fernández, quiso marcar territorio desde el primer turno: «Los datos que voy a darles son reales, y utilizarlos de manera sesgada no es ético, crea desasosiego y no ayuda ni a la marca Asturias ni al empleo. Es importante saber dónde tenemos problemas y niego rotundamente que en Asturias tengamos un problema general en esta materia».

Fernández recordó que una década atrás la contaminación de micropartículas del tipo PM10 «era más del doble en Avilés de lo que es ahora», y Lugones y Gijón se acercaban a sus cifras. «La tendencia decreciente ha sido constante hasta alcanzar el año pasado mínimos históricos en las estaciones públicas de Gijón, y también en las empresas», abundó.

Su departamento ha practicado «373 inspecciones en el marco de la calidad del aire, con 29 expedientes sancionadores; no caduca ninguno y normalmente todos acaban con sanción», informó. La consejera ciñó los problemas de micropartículas a la zona portuaria de Avilés y el Oeste de Gijón y, en lo tocante al benceno, a Trubia. Su departamento prepara un «plan de acción a corto plazo» para este último caso. «Aspiramos a tomar medidas sin estigmatizar a nadie», dijo, al tiempo que reconoció que «habrá que hacer esfuerzos, pero nuestra industria y puertos no son ni serán neutros para el aire, hay que decirlo con claridad». La consejera instó a la oposición reflexionar sobre «las medidas que contribuyen a un alarmismo injustificado».