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elcomercio.es
Viernes, 13 de enero 2017, 18:44
Madrid pierde uno de sus emblemas. Las cafeterías Nebraska echan el cierre tras 60 años de una historia que comienza en Asturias. En concreto, en el pueblo de Naviego, en Cangas del Narcea, de donde son originarios los hermanos Blanco Sierra, fundadores de una exitosa sociedad que hasta esta semana regentaba negocios en las prestigiosas calles Gran Vía, Alcalá, Goya y Bravo Murillo.
Juan Ramón Blanco Sierra y tres de sus once hermanos fueron los creadores de la cadena. Siendo muy joven emigró a Madrid y de ahí, a Guinea Ecuatorial, donde entró en contacto con el mundo del café. De regreso a España, en el año 1955, apostó por abrir una cafetería, a pesar de que la familia no tenía experiencia en el sector. Casado con otra asturiana, de Leitariegos, y padre de dos hijos, decidió regresar a su Cangas natal para dedicarse durante casi dos décadas a la ganadería. Al final de su vida regresó a la capital, donde falleció, en 2010, a los 99 años.
Las seis décadas de historia del Grupo Nebraska en Madrid han acabado con su venta al fondo Corpfin Capital Real Estate, dedicado a la inversión y gestión inmobiliaria. Según recoge el diario ABC, adquirió las cafeterías de Gran Vía y Bravo Murillo por 4,6 millones de euros tras cerrar la operación con las de Alcalá y Goya por 9,9 millones. El motivo de la venta parece ser la falta de viabilidad de la sociedad. Al cerrar sus puertas, Nebraska empleaba a 92 personas que ahora deben buscar un nuevo futuro.
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