Un paseo sobre el río Narcea

El punto de encuentro estaba situado frente al monasterio de San Salvador de Cornellana. El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna; el presidente del Principado, Javier Fernández, y la consejera de Infraestructuras, Belén Fernández, llegaron a las 13.50 horas, con unos 20 minutos de retraso. Les esperaban ya representantes de la empresa Acciona, encargada de construir el tramo Doriga-Cornellana, y una buena representación política, como el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo; el alcalde de Salas, Sergio Hidalgo; los senadores populares Ovidio Sánchez, Fernando Goñi y Mario Arias; los diputados del PP Susana López Ares y Ramón García Cañal; el diputado de Foro, Isidro Martínez Oblanca; la presidenta del partido, Cristina Coto; el diputado socialista en la Junta General del Principado Marcelino Marcos y el presidente de Nuevas Generaciones, Pablo Álvarez Pire. También hubo representación de la Guardia Civil, con los máximos responsables de Asturias, Francisco Javier Almiñana, y de la comandancia de Oviedo, Luis Germán Avilés. Cuando llegaron las autoridades, la Benemérita ya se había asegurado con su unidad canina de que todo estuviera bajo control, tanto en el punto de encuentro como en el recorrido que realizaría la comitiva.

Para la visita se utilizaron tres autobuses que, no sin dificultades, sortearon los obstáculos propios de la obra. Es más, en el primer punto de visita, las autoridades bajaron de los vehículos, pero rápido se decidió continuar viaje hasta el lugar donde se está construyendo la obra más destacada, el viaducto sobre el río Narcea. Y ahí llegaron autoridades e invitados -todos ataviados con chaleco amarillo y casco blanco-, con un paseo de unos 300 metros por la plataforma de hormigón para ver cómo se desarrollaban los trabajos.

El encargado de dar las explicaciones correspondientes fue el director de la obra, José Luis Carrera, quien explicó que el presupuesto final de este tramo alcanzará los 42,5 millones de euros y que los trabajos se encuentran al 80% de su ejecución. Por ello, si bien el plazo para terminar el tramo culmina el 30 de septiembre de 2017, Acciona espera «adelantarlo algunas semanas», como indicó el ingeniero técnico Pablo González. En cualquier caso, será durante el próximo verano.

La longitud total del tramo entre Doriga y Cornellana es de 2.300 metros, de los que 875 corresponden a un viaducto que se eleva 75 metros sobre el río. En esa plataforma, De la Serna y Fernández aprovecharon para disfrutar brevemente de las panorámicas sobre plantaciones de kiwis y explotaciones ganaderas que se pueden contemplar. Y es que cuando el tramo de autovía esté operativo serán paisajes que pasen inadvertidos, ya que por él se circulará a 80 kilómetros por hora.

La prolongación de la autovía hasta La Espina también es empeño de Fomento y del Principado. De la Serna explicó ayer que «seguimos con la vista puesta en dar continuidad a este tramo con otros», si bien reconoció que en el Cornellana-Salas «las obras fueron suspendidas. Está al 40%. Nuestra intención es reanudarlo, pero es necesario un proyecto modificado».

Javier Fernández reivindicó que «de una vez se concluya la llegada a La Espina, que tendría que ser desdoblada» y resaltó la necesidad de prolongar la autovía hacia el Suroccidente, para «acceder a Castilla y León a través del túnel de Rañadoiro». El presidente del Principado también apuntó una futura conexión con la autovía del Cantábrico.

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