LAURA MAYORDOMO
Miércoles, 5 de octubre 2016, 02:00
El Parque de la Prehistoria de Teverga despidió ayer a uno de sus más ilustres habitantes. El pequeño 'Astur', el primer bisonte nacido en Asturias desde que la especie se extinguiera en la región hace 10.000 años, abandonó ayer por la tarde la pradera que, desde su nacimiento -en mayo de 2014- compartió con sus padres, 'Pipa' y 'Lipión'. Tenía por delante nueve horas de viaje hasta la que, a partir de ahora, será su nueva casa: el Parque Faunístico Lacuniacha, en pleno Pirineo oscense.
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Su partida era algo previsto desde hace meses. Era necesario, explicó en su momento Fernando Morán, veterinario y presidente del Centro de Conservación del Bisonte Europeo en España, para que su madre volviera a entrar en celo. Lo que no entraba en los planes de sus cuidadores era que 'Pipa' no estuviera en el momento de la despedida. La hembra falleció de forma inesperada a finales de agosto. La necropsia reveló una herida letal en el bazo, casi con toda seguridad por un golpe de alguno de los dos machos con los que compartía cercado en Teverga.
Así que 'Pipa' tampoco llegó a conocer a 'Deina', la nueva hembra de bisonte europeo que el domingo llegó al Parque de la Prehistoria procedente, como ella, de Alemania -en concreto, del Zoo de Springe- para contribuir al proyecto del Principado para recuperar esta especie en peligro de extinción.
A 'Lipión' le gusta
Quién sí la conoció y, según explicó Fernando Morán, le ha dado ya su aprobación es 'Lipión', el macho reproductor de Teverga y padre de 'Astur' que ayer ya marcaba el celo. Lo hizo «levantando el labio, elevando la cabeza y moviendo el rabo. Es una buena señal», aseguraba el veterinario. Al tratarse de una cría, aún es pronto para que la hembra tenga celo. Eso llegará el próximo año. Así que, «si todo va bien, dentro de dos podríamos tener un nuevo parto».
Los bisontes de origen europeo, como los que desde marzo de 2014 pueden verse en Teverga, son una especie con un importante potencial natural ya que mejoran el entorno donde viven al consumir hasta 32 kilos de material vegetal al día. Su cuerpo, voluminoso y macizo, tiene unas patas robustas y musculosas y una cabeza grande. Sus cuernos son cortos, redondos y puntiagudos, orientados hacia arriba y cuenta con un pelaje de color pardo en varias tonalidades, pudiendo llegar a ser casi negro en algunos individuos.
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En el Parque de la Prehistoria, además de la pareja de bisontes que ahora integran 'Lipión' y 'Deina' -que probablemente será rebautizada en el futuro- se pueden observar caballos Przewalski -los únicos considerados salvajes- y una pareja de Uros de Heck o Neo-Uros. Todos ellos, animales que nuestros antepasados prehistóricos pintaron en las paredes de las cuevas.
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