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Enlace de Serín, nudo que conecta los itinerarios entre las tres ciudades, con el antiguo puente ferroviario de piedra -hoy convertido en senda- al fondo. :: E. C.
La 'Y' cumple 40 años uniendo Gijón, Oviedo y Avilés

La 'Y' cumple 40 años uniendo Gijón, Oviedo y Avilés

La vía costó 293 millones, redujo a la mitad el tiempo de desplazamiento y ha soportado más de 450 millones de circulaciones

RAMÓN MUÑIZ

Domingo, 7 de febrero 2016, 02:10

La infraestructura más aprovechada de la región está de aniversario. En pocos días se cumplirán 40 años de la jornada en la que Antonio Valdés González-Roldán, ingeniero maliayo, ministro de Obras Púbicas y admirador de Jovellanos, repartía medallas entre los trabajadores e inauguraba la (entonces) autopista Oviedo-Gijón-Avilés, cuya materialización había exigido 3.536,4 millones de pesetas en obra y otros 975,6 en expropiaciones. Con la inflación acumulada, hoy esa factura se situaría en los 293,1 millones.

La popularmente llamada 'Y' «ni es un lujo, ni un capricho, ni tampoco consecuencia de una intoxicación de exhibicionismo político», reivindicaba el entonces director de EL COMERCIO, Francisco Carantoña. A sus ojos, el nuevo firme era «primordialmente, y sobre todo, un instrumento de vertebración urbanística y sociológica, destinado a suprimir el mayor riesgo que amenazaba a la zona más ampliamente poblada y más compleja industrialmente del Principado. La 'Y' suprime el caos que amenazaba con aislar tres núcleos urbanos bien caracterizados, que sólo podían trascenderse, convirtiendo en realidad sus posibilidades potenciales, a través de una intercomunicación segura y racional».

Hay 373.500 asturianos que nacieron después de la inauguración, y que por tanto han podido evitar la penosa experiencia que hasta entonces suponía viajar entre las tres principales ciudades sin exceder los 51 kilómetros por hora. El elegante y diminuto Renault 8 y el vistoso Simca 1100 formaban parte de aquel tráfico, el de la Nacional 630, que sólo permitía cubrir la ruta de Oviedo a Gijón en unos 40 minutos cuando se daba el imposible de no tropezar con un camión. La nueva infraestructura fue un regalo a la vida y economía de los asturianos, en forma de más tiempo para dormir, para viajar o para vivir. Piénsese por ejemplo en el gijonés que diariamente acudía a la capital a trabajar; de tardar hora y 20 minutos en ir y venir, pasó a perder la mitad de tiempo en el coche.

Fue un avance en los quehaceres de los asturianos como en la propia ingeniería nacional. Los hermanos Guillermo y Javier Goizueta, Francisco García Mata e Ignacio García-Arango Cienfuegos-Jovellanos formaban parte del equipo de la entonces Segunda Jefatura regional de carreteras que, tras analizar las abundantes lluvias de la zona y la importante presencia de camiones, se atrevió por una solución desconocida en el país: el pavimento de hormigón armado continuo. La técnica encarecía la inversión inicial, pero ofrecía una mayor capacidad de carga, lo que a la larga alivió los costes de mantenimiento. Sobre una capa inferior de árido, se asentó una primera de cemento y otra de hormigón. El firme resultante, incluida la mezcla asfáltica final, alcanzó los 62 centímetros de grosor y para rematarlo los operarios rasparon la capa exterior, creando estrías de 1,5 milímetros de profundidad cada 25 milímetros. Esta es la razón por la que los vehículos tienen una mayor adherencia en la vía, y también explica el inusitado ruido que genera circular por la 'Y'.

En un conferencia pronunciada en 2013, García-Arango estimaba en 397 millones las circulaciones que llevaba soportadas la vía. Hoy esa cuenta se situaría por encima de los 450 millones de vehículos, una presión que está dejando huella. Este tipo de infraestructuras se diseñan para resistir 20 años. Durante los primeros once no requirió ningún tipo de mantenimiento y, desde entonces, la única actuación de envergadura fue la agregación, en 1990, de un carril lento adicional de 5,14 kilómetros de longitud. Si se tiene en cuenta esta magra conservación y que uno de cada diez vehículos que la utilizan es un camión, resulta que la 'Y' está resistiendo mucho mejor que el resto de las carreteras de su edad.

El resultado, sin embargo, está lejos de ser óptimo en algunos puntos, como la calzada de sentido Avilés, justo tras el nudo de Serín, donde el firme presenta un abombamiento que sorprende al conductor; los días de lluvia también se acumulan peligrosas láminas de agua. Las estrías del firme, por último, provocan un ruido que antes no era un factor que la Administración tuviera en cuenta pero contra el que hoy hay que pelear por mandato comunitario.

Síntomas de la edad

Estos síntomas de la edad, como el apagado general de sus farolas por la noche, son reflejo de una época de recortes presupuestarios. En realidad el Ministerio de Fomento tiene aprobado desde 2010 un estudio informativo para ampliar la infraestructura con un tercer carril por sentido. Además de incrementar la capacidad, la obra ofrecía la oportunidad de ejecutar un 'lifting' sobre el firme, aplicándole un aglomerado que mitigase el ruido. El presupuesto se estimaba en los 100 millones; pese a la crisis y a la consolidación de la AS-II, el departamento lo mantiene entre sus objetivos de aquí al año 2024.

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