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ELCOMERCIO.ES
Lunes, 25 de enero 2016, 12:30
Después de un fin de semana en el que, especialmente durante la jornada de ayer, Asturias vivió una primavera adelantada, las temperaturas altas se vuelven a repetir este lunes a orillas del Cantábrico. Lo saben bien quienes hoy madrugaron y experimentaron cómo la región amanecía con temperaturas todavía inusuales para la época del año. De hecho, se espera que las máximas en la región superen, en algunos puntos, a los picos de calor que se experimentarán en algunas zonas de las Islas Canarias. Ese es el caso de Valverde, en Santa Cruz de Tenerife, donde hoy no sobrepasarán los 18 grados, una temperatura que se espera superar en Gijón, ciudad en la que está previsto alcanzar los 20 grados a lo largo del día. Cerca de esa máxima se situarán otros puntos de la región como Avilés, Oviedo, Llanes y Langreo, que llegarán a los 19 grados; Navia, donde se espera 18, o Cangas del Narcea, que podría alcanzar los 17 grados.
No obstante, tal y como estaba previsto, los termómetros han comenzado a descender ya en Asturias y no se descartan chubascos. Atrás queda el paréntesis casi veraniego que se ha vivido este fin de semana con datos históricos. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) la máxima de la región , y de toda la península, fueron los 25,5 grados que tuvo Piloña a media tarde. Solo Las Palmas (25,9) y Santa Cruz de Tenerife (25,7) vieron mercurios más dilatados ayer. La red no oficial de Meteoclimatic, que cuenta con más observatorios, situaba en cambio la máxima del país en los 26,4 grados en Buelles (Peñamellera Alta), seguido de Avilés con 25,7.
Fuera de los núcleos de montaña el mercurio no bajó de los 6,2 grados que anotó Mieres. Son calores con tintes de primavera o verano. Baste recordar que en la zona central los meses de agosto promedian máximas de 23,3 grados.
El día propició un nuevo techo para las estadísticas de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). La base ovetense en El Cristo alcanzó una máxima de 23,7 grados, lo que excede en 1,7 grados la anterior marca para un mes de enero. Fue por tanto el día de enero con mayor calor en la capital al menos en los últimos 44 años.
En Gijón y la zona de Avilés la situación no marcará la historia. Ayer en la villa de Jovellanos el termómetro se quedó en los 20,3 grados, lejos de las máximas estadísticas de enero que se anotaron en La Merced (22,7 grados en 1943), El Musel (23,2 hace ocho años) y la Feria (23,6 a finales de los 90). En la base del aeropuerto se anotaron 22,9 grados, seis décimas por debajo de su marca histórica en enero, alcanzada en 1982.
Aunque esperado, el tiempo anticiclónico y la brisa suave del Sur auparon los termómetros más de lo previsto en la mayor parte de la región. En Cabrales, por ejemplo, la Aemet había estimado una máxima de 21 grados, y la realidad fue 3,5 grados superior. El pronóstico para Mieres era inferior en la misma proporción. En Gijón por contra el parte oficial anticipaba 23 grados de máxima en el Campus y la realidad, queda dicho, se quedó dos grados y medio por debajo del cálculo.
Picos de contaminación
La estabilidad atmosférica facilitó algunos picos puntuales de contaminación atmosférica, pero que la brisa se encargó en disipar. Al final del día, la de la ría de Avilés era la única estación de titularidad pública que presentaba una concentración de micropartículas en las últimas 24 horas excediendo los límites legales. Fue un día para disfrutar del paisaje o aprovechar para hacer quemas controladas, dado el reducido riesgo de incendio forestal. Hoy se mantiene el mismo nivel, aunque el pronóstico apunta a la entrada de un frente, con disminución en las temperaturas máximas, interludios de nubes acompañadas de algún chubasco, y cota de nieve descendiendo a los 1.700 metros de altitud.
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