Borrar
Eugenio Méndez, en 'Casa Llombatín', en el pueblo de Alfonsares, donde reside solo.
«Si llega el fuego sé salir de aquí»

«Si llega el fuego sé salir de aquí»

Eugenio Méndez, de 91 años, se niega a abandonar su casa en Alfonsares, Tapia, pese a tener las llamas «a 300 metros»

DAVID S. FUENTE

Martes, 22 de diciembre 2015, 00:23

«Me dijeron que marchara, pero no tengo motivo». A sus 91 años, Eugenio Méndez, se niega a abandonar 'Casa Llombatín', su hogar en el pequeño pueblo tapiego de Alfonsares, acosado por el fuego desde el pasado sábado. Sus vecinos intentaron convencerle por todos los medios, pero él se resiste: «Si llega el fuego, sé salir de aquí, sé por dónde escapar. La raposa vieja pierde las fuerzas, pero no las mañas», se justifica, echando mano del refranero y sin perder el buen humor. De momento, y con la ayuda de esos mismos vecinos que no duraron ni un momento en plantarse delante de su casa, ya adentrada en el monte, ha conseguido mantener las llamas «a 300 metros» de su vivienda. «De mozo ayudé a apagar algún fuego en esta sierra, pero ninguno tan grande como éste», reconoce este nonagenario que trabajó toda su vida en el campo, como agricultor y ganadero.

Más angustiados se mostraba ayer el matrimonio compuesto por Marina Fernández y José Miguel Fernández, de 78 años y vecinos de La Barrosa. Tras perder en el incendio un monte de su propiedad, que ayer fue pasto de las llamas, reconocían tener miedo de que «el fuego llegue a casa».

En La Veguina, los vecinos de 'Casa de Raúl de Lledo' y 'Casa de los Carriegos', las más cercanas al incendio, aseguraron que los fuegos, que ya estaban apagados, revivieron ayer. «Deberían haber venido a enfriar la zona», se lamentaban tras insistir en que «hacen falta más efectivos».

Si en algo coinciden los habitantes de La Veguina, Alfonsares y La Barrosa, poblaciones en las que se ubicaron tres importantes focos del incendio, es en la importante colaboración de varios ganaderos que cedieron sus cubas para sofocar las llamas con el agua que cargaban en el río Porcía. Es el caso de Francisco Argul, ganadero de el Valle de San Agustín.

Para frenar el incendio se decidió utilizar la carretera que une La Roda con Lagar como cortafuegos. Para ello fue necesario cortar varios árboles para evitar que las llamas se propagasen a través de las copas. La carretera permaneció cerrada una hora ayer por la tarde. En la extinción de este incendio, que aún no está controlado, están colaborando varias dotaciones de bomberos, una avioneta, un helicóptero, varias cuadrillas forestales y ganaderos y vecinos que se han sumado al operativo.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio «Si llega el fuego sé salir de aquí»