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Un helicóptero de extinción de incendios, hoy, en La Veguina, Tapia de Casariego.
La Fiscalía confirma que hay muchos elementos para considerar intencionados los incendios

La Fiscalía confirma que hay muchos elementos para considerar intencionados los incendios

Solo seis fuegos permanecen activos en Asturias en estos momentos, de los cuales cuatro ya están controlados | El pasado sábado se llegaron a declarar en el Principado 147 fuegos

europa press / r. muñiz

Lunes, 21 de diciembre 2015, 16:03

El Fiscal de Medio Ambiente y Urbanismo, Antonio Vercher, ha admitido que hay «muchos elementos que permiten pensar que puedan ser intencionados las múltiples incendios forestales que se han producido este fin de semana en el norte de la Península» y que también afectaron a Asturias. Vercher ha recalcado que esta situación «no es habitual para la época del año» y ha asegurado que está «abierto a cualquier circunstancia y causas» para conocer el origen de los fuegos.

Del mismo modo, ha informado de que el Grupo Central del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil en Madrid va a colaborar con los efectivos en Asturias para investigar esta «situación masiva de incendios». «Ha llegado una petición del grupo del SEPRONA de Asturias para que se envíe un equipo desde el servicio central», ha confirmado.

El fuego remite en Asturias

La mayor catástrofe ambiental desde las inundaciones de 2010 comenzó ayer a remitir, hundiendo en ceniza y humo a media región. Tanto que la Unidad Militar de Emergencia, desplazada el pasado sábado hasta el Principado para trabajar en las zonas afectadas, se ha retirado a su base al comprobar que los focos que permanecen activos no revisten gravedad. A partir de ahora, serán los agentes de Medio Natural quienes se encargarán de revisar el estado de dichas zonas. No obstante, llegaron a a ser un total de 147 los incendios que a las 2.12 horas de la madrugada del domingo prendían a la vez en 37 concejos, un panorama «realmente increíble», según declaró el presidente del Principado, Javier Fernández. En la misma noche Cantabria atendía 40 focos y País Vasco se afanaba por contener un fuego que arrasó 200 hectáreas guipuzcoanas.

6 focos activos

El Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) ha informado a las 19.00 horas de este lunes de que seis incendios forestales permanecen activos en Asturias, de los cuales cuatro ya están controlados. El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a petición del Principado de Asturias, ha enviado aviones de gran capacidad para ayudar a la Comunidad Autónoma en las labores de extinción del incendio forestal declarado en la localidad de Boal.

A la zona se han desplazado dos aviones anfibios de 5.500 litros de capacidad de descarga, procedentes de la base de Torrejón en Madrid, según ha informado el Gobierno de España. En lo que se refiere a medios humanos hay 118 efectivos trabajando en los distintos incendios (68 bomberos del SEPA, 20 efectivos de empresas forestales y 30 Agentes del Medio Natural).

Los incendios que permanecen activos se encuentran en Coaña (Controlado); Linares (Proaza); en Rales, Villaviciosa (Controlado); Villayón (Controlado; Teverga, (Controlado) y La Barrosa (El Franco).

Millones de euros en daños

Las llamas arrasaron viviendas, cuadras y cabañas enteras en el Occidente, amenazaron poblaciones de la cordillera, y se ensañearon con los montes del Oriente, sin causar heridos. Los daños se temen por millones y el Ayuntamiento de El Franco tiene convocado mañana un pleno para solicitar al Gobierno de España la declaración de zona catastrófica.

Desde el aire, los helicópteros de Bomberos de Asturias retrataron una región humeante, con focos que alcanzaron hasta las playas de Estaño (Gijón) o Pormenande (El Franco), pero con una 'zona cero' marcada en El Franco, víctima de un incendio principal que avanzó con una lengua de llamas de 25 kilómetros de longitud desde Boal, según Bomberos de Asturias. «El fuego nos destrozó Viavélez», señalaba abatida Cecilia Pérez, la regidora franquina. El enclave costero vivió momentos de angustia, al encontrarse durante horas rodeado por llamas que se aproximaban a las viviendas, lo que provocó que varios vecinos se plantearan la huida recurriendo a las lanchas.

La intervención de los bomberos y una pronta evacuación evitó que la angustia deviniera en tragedia. En un primer momento, una treintena de vecinos desalojados en Viavélez y La Cabana -entre otros sitios- fueron cobijados en el polideportivo de Llóngara, si bien a media noche la mayoría había logrado acomodo en casas de familiares u hoteles.

Concejos y localidades afectadas

  • fuegos activos

  • Brañalibrel (Boal); Las Ablanosas, en Candamo (Controlado); en Baselgas (Grado); en Borias (Langreo); en La Roza (Parres); en Villamejín, Serandi, (Proaza); en la La Veguiña (Tapia de Casariego); en Vigidel, Teverga, (Controlado); en Rales, Villaviciosa (Controlado); en Parlero, Villayón (Controlado) y en Yernes (Yernes y Tameza).

Las hectáreas calcinadas en este enclave se estiman en las 3.500, una catástrofe que, de confirmarse, excedería las 2.012 perdidas en el incendio de El Valledor en octubre de 2011. También sería peor que el que abrasó Villayón en marzo de 1998, cobrándose 2.207 hectáreas, en el que se considera el peor incendio de las últimas décadas.

La crisis obligó al Principado a tirar de todos sus medios y solicitar auxilio al Ejército y el Ministerio de Medio Ambiente, a las 21 horas del sábado. Entre bomberos y cuadrillas forestales la administración autonómica reunió a 230 profesionales, que durante la madrugada lograron el refuerzo de 98 efectivos del Cuarto Batallón de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Los soldados se centraron primero en controlar las llamas en Cangas del Narcea y después se movilizaron para actuar en El Franco. Sumados, civiles y uniformados formaron un contingente de 328 personas, lo que en el momento crítico apenas ofrecía 2,2 efectivos por cada foco declarado con vientos de hasta 102 kilómetros por hora en Taramundi, que impidieron el uso de helicópteros y avionetas.

La mañana del domingo dio una leve tregua. Los vientos amainaron en las zonas de interior, hubo chubascos localmente moderados en el Occidente y la cordillera, y las llamas empezaron a encontrarse en algunos puntos rodeadas ya de cenizas, sin más bosques secos sobre los que crecer. El refuerzo de las avionetas y helicópteros, sumado al despliegue de los efectivos consiguió ir revirtiendo la situación, a pesar de que el Ministerio de Medio Ambiente no logró sumarse al despliegue, debido a que sus aeronaves no tenían condiciones suficientemente favorables para llegar desde Madrid.

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