«Lo que se vivió esta noche fue un auténtico infierno»

"Lo que se vivió esta noche fue un auténtico infierno". Sin poder ocultar las lágrimas ante la casa que ha perdido en el núcleo franquino de Hervedeiras, Francisco Javier Rodríguez describía así esta mañana la situación vivida a causa de un incendio que alcanzó hasta 17 kilómetros de longitud y que ha devastado cientos de hectáreas y numerosos bienes ante la impotencia de los vecinos.

Rodríguez ha conocido ese sentimiento. En el momento en que prendió su casa, ayudaba a sofocar un conato declarado a pocos metros y, de pronto, a su espalda, una chispa prendió en el tejado de la casa en la que residía junto a su madre y dos hermanos: " Y una vez que prendió fuego, quemó como si fuera gasoil. No dio tiempo a nada. Era un fuego altísimo y estaba por todas partes", relató ante un edificio que ha quedado reducido a cenizas. De hecho, esta familia solo puso salvar la nave anexa en la que guardan el ganado.

La devastación también ha salpicado a Fernando González, aunque "comparado con lo que les pasó a los vecinos, lo mío no es nada". Sin embargo, esta mañana, en La Peruyeira, enfriaba los restos de una casa que estaba rehabilitando como apartamento rural, en la que almacenaba material de construcción: "Esto era un polvorín", apunta. Por eso, en medio de la desgracia, celebra que el fuego no alcanzase un pajar cercano. Sí destruyó, en cambio, la madera apilada y un tractor de un vecino, dejando una huella negra en un núcleo que se movilizó para sofocar las llamas que llegaron a rodearlo.

González también soportó la preocupación por su vivienda familiar de Viavélez, localizada en las inmediaciones del conocido palacio de Jardón, que resultó afectado por el fuego. Los daños que el fuego ha causado en este conocido enclave marinero suscitaban el interés de muchos vecinos de la zona, como Juan Manuel García y Ana García. Afincados en La Caridad, cuentan que sobre las nueve de la noche de ayer decidieron marchar a Navia, a casa de unos familiares. Y es que " veíamos las llamas desde las ventanas y lo peor era el humo. Costaba respirar", cuentan, todavía sobrecogidos. A esto, Juan García añadió: "Tengo 48 años y vi varios incendios, pero de esta manera, jamás". Porque espectáculo era bastante dramático. Los rescoldos corrían por medio de la calle".

Por eso decidieron marcharse a Navia, desde donde veían las llamas del incendio de Villayón, que también ha perdido fuerza. En cambio, el humo continúa cubriendo el ambiente en un día en que los franquinos tratan de recuperar la tranquilidad.