María Jesús Álvarez y Alberto Vizcaíno, ayer, con los representantes de los pescadores asturianos

Los pescadores dicen que las nuevas cuotas abocan a la flota artesanal al desguace

Los límites de captura de dos de sus principales sustentos, la merluza y el pixín, bajan un 22% y 14%, respectivamente, respecto a este año

Nacho Prieto

Jueves, 17 de diciembre 2015, 00:26

Satisfacción en Madrid y decepción en Asturias. Estos son los resultados del acuerdo de los ministros de pesca de la Unión Europea que fue alcanzado en la madrugada de ayer en Bruselas. Mientras la ministra española del sector, Isabel García Tejerina, destacaba que los Topes Admisibles de Capturas (TACs) aprobados recortan sustancialmente las propuestas de la Comisión, y que los pescadores españoles podrán pescar en 2016 unas 6.000 toneladas más que este año, el Gobierno del Principado hacía una evaluación «negativa». El argumento es que dos de las especies vitales para la flota artesanal asturiana, la merluza y el pixín, pierden porcentajes de cuota abultados, un 22% y un 14%, respectivamente, respecto al ejercicio en curso, de forma que poco importa que los objetivos planteados por la Comisión fueran muy superiores (un 60% en el caso de la merluza y un 19% en el caso del pixín) o que aumenten cuota especies menos importantes.

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La decepción del Gobierno regional se basa en que algunos aumentos, como la merluza de Gran Sol y Cantil de Francia, o el chicharro del Cantábrico, solo favorecen a una parte de la flota, la que tiene porte y licencia para faenar en esos caladeros, en el primero de los casos, o a un sector muy específico y minoritario de la flota regional, como es la de cerco, en el caso del chicharro.

En medio de tan evidentes diferencias entre administraciones, el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Asturias, Dimas García, calificó ayer de «nefastas» las nuevas cuotas y advirtió de que el mantenimiento de la cuota en esas condiciones es «insostenible».

El mayor golpe de los nuevos TACs lo recibe precisamente la flota artesanal, que es la mayoritaria en Asturias y la que utiliza artes más selectivas, es decir, la más respetuosa con la sostenibilidad de la actividad pesquera. Pedirá un paro biológico.

En ese sentido, la consejera de Desarrollo Rural y Recursos Autóctonos, María Jesús Álvarez, que formó parte de la delegación española en representación de las autonomías, dijo ayer que los resultados generales de la negociación son «aceptables» si se tienen en cuenta las perspectivas de las que se partía, «pero perjudiciales para la flota artesanal, porque los descensos más importantes de las cuotas se han concentrado en aguas del Cantábrico y Noroeste», donde faenan las flotas de Asturias, Galicia, País Vasco y Cantabria. Álvarez explicó que «los descensos más importantes han sido del 22% de la merluza sur (1.900 toneladas), que afecta a arrastreros, volanteros, palangreros y pincheros; del 14% en el rape sur (350 toneladas), sobre una cuota ya exigua y fundamental para la flota del rasco, y del 7% de bacaladilla (1.899 toneladas), que afecta fundamentalmente a la flota de arrastre».

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A juicio del Gobierno regional, a esas reducciones hay que añadir la bajada del 15% en la cuota de xarda, «especie de extraordinaria importancia para la flota pesquera asturiana, muy perjudicada, por añadidura, por el reparto entre provincias del Cantábrico y Noroeste que viene realizando el Ejecutivo de Rajoy».

Sostenible

El Ejecutivo del Principado desea que el objetivo de alcanzar el 'rendimiento máximo sostenible', consecuencia de la última reforma de la Política Pesquera Comunitaria, se retrase hasta 2020, de forma que, «sin poner en riesgo los stocks», se permita «la supervivencia económica de la flota pesquera y de las poblaciones y sectores dependientes de la pesca».

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María Jesús Álvarez duda que algunas de las cuotas aprobadas respondan a una gestión racional y correcta de los recursos pesqueros y criticó algunas de las oscilaciones que se producen de un año a otro, como es el caso del pixín del stock sur, «que sube un 14% en 2015 y desciende en el mismo porcentaje para 2016; el de la bacaladilla, que desciende para 2016 un 7%, tras haber crecido el 32% en 2015, y el de la merluza sur, con dos años consecutivos de reducciones a pesar de la buena tendencia del stock».

Máximo histórico

La visión que el Ministerio transmitió ayer de su titular, Isabel García Tejerina, es muy distinta, pues destacó que «la merluza norte ha aumentado un 19%, alcanzando, un año más, un máximo histórico de cuota de 27.764 toneladas, disponibles para la flota española».

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Sobre las llamadas aguas ibéricas, las mismas fuentes oficiales señalaron que los «stocks atlánticos y del Golfo de Cádiz han mejorado su situación, con incrementos del 10% en la anchoa y 26% en la cigala, petición española en base a la estabilidad de los recursos». Además, «otra especie en la que ha habido una importante subida es el jurel -chicharro-, tanto de aguas del norte (Gran Sol) como en las aguas ibéricas, donde la cuota española alcanza las 15.441 toneladas en el norte y 17.744 toneladas en aguas ibéricas, lo que va a beneficiar, básicamente, a la flota de litoral, cerco y arrastre del Cantábrico Noroeste». El Ministerio entiende que el acuerdo va a garantizar la viabilidad de la actividad desarrollada por los pescadores» y valora «una reducción de sólo el 21,5% en el caso de la merluza, frente al 60,5% propuesto inicialmente».

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