Denuncian la aparición de un oso herido por trampas de cazadores furtivos en Asturias

La Asociación Nacional Animales con Derechos y Libertad (Anadel) ha alertado este miércoles sobre la aparición de un oso herido debido a la colocación de trampas por parte de cazadores furtivos en los montes de Santo Adriano. Según informa la asociación, el oso es "aparentemente joven" y presenta una "visible cojera" que le dificulta la normal movilidad. Anadel asegura además que la Administración regional ya tiene constancia de los hechos y ha montado un servicio de vigilancia "planteando incluso la posible captura del plantígrado".

Este miércoles, la organización ha instado a la consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, a que explique las intenciones sobre la supervivencia del oso herido, ya que su situación no es crítica "y su posible captura podría estar relacionada con la fuerte presión que desde determinadas instancias locales se está haciendo para que el cercado de los osos en Proaza cuente con nuevos ejemplares de oso pardo para servir de reclamo turístico en el valle".

Para Anadel comienza ya a ser una "clara intención" del Gobierno de Asturias la estrategia de "no crear instalaciones adecuadas para el tratamiento de osos salvajes que tengan que ser manipulados y devueltos a la naturaleza", justificando así que los ejemplares rescatados pasen a "engrosar" el número de osos en cautividad que se encuentran en las instalaciones de la Fundación Oso de Asturias "sirviendo exclusivamente de reclamo turístico".

La consejería dice que no se observó «ninguna herida» en el animal

Tras esta denuncia de Anadel, la consejería aseguró a este periódico que tuvo conocimiento de la presencia de un oso que cojeaba de la pierna izquierda hace tres semanas, pero que no hay constancia de que sea por trampas de furtivos. Además, añaden, no se observó en el animal ninguna herida.

Se puso en marcha un dispositivo de observación y vigilancia para ver su evolución y ya han constatado que está recuperado e incluso corre sin que se aprecie ya cojera alguna, apuntan. El dispositivo continúa, aunque su evolución se considera normal.