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La Guardia Civil conversa con los menores tras el rescate.
Cuatro de los scouts heridos en los Picos de Europa permanecen ingresados

Cuatro de los scouts heridos en los Picos de Europa permanecen ingresados

Una intensa tormenta de lluvia y granizo provocó la caída de toneladas de rocas, lodo y tierra, que hirieron a una monitora y a cinco menores

Sheila Vaca

Miércoles, 22 de julio 2015, 00:17

La montaña volvió a jugar una mala pasada en la jornada de ayer. Seis personas, cinco niños de 11 y 12 años y una mujer de 27, procedentes de Collado Villalba, en Madrid, resultaron heridos tras producirse una avalancha de tierra, rocas y demás material en la zona conocida como Jou de los Boches, en el concejo de Cabrales. No iban solos. Formaban parte de un grupo de unos catorce scouts, acampados y monitores, que se encontraban haciendo una ruta en los Picos de Europa, de las muchas que realizan, aunque ésta no tuvo la meta esperada.

Todo sucedió en torno a las cuatro de la tarde, cuando el grupo se estaba acercando al entorno del Picu Urriellu, más o menos a una hora del refugio de montaña del mismo nombre. Entonces el cielo lloró. Una intensa tormenta con lluvia y granizo, de aproximadamente media hora de duración, provocó que se formase una gran bolsa de agua que acabó rompiendo y desprendiéndose unos 30 metros, arrastrando con ella toneladas de material por la ladera que alcanzaron a cinco de los niños y a una monitora. El centro de coordinación de emergencias del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) recibió el aviso a las 16.26 horas a través de una llamada efectuada desde el refugio de Urriellu y en la que se indicaba que había varias personas atrapadas por culpa de un derrumbamiento.

Lo sucedido «fue un cúmulo de circunstancias», explicó Carlos León, uno de los monitores que se salvó de la avalancha y buen conocedor del terreno. «Empezamos la ruta más tarde de lo previsto, sobre las once de la mañana porque estaba lloviendo. Hay niños que van más lentos que otros y en uno de esos momentos, siempre con la mirada puesta en todos los acampados, empezó a caer de todo. Les dije que se cubriesen con la mochila y una vez que paró, los pusimos a salvo», relató desde el refugio, donde pasó la noche con los otros scouts que salieron ilesos del incidente. «Al principio claro que estaban asustados, pero poco a poco se fueron tranquilizando». La idea es que hoy continúen hasta Sotres y ahí decidirán si regresan a la base del campamento, que se encuentra en el pueblo leonés de Cofiñal.

Policontusiones e hipotermia

Hasta la zona se desplazó el helicóptero medicalizado del Grupo de Rescate de Bomberos y otros dos helicópteros multifunción que finalmente no tuvieron que actuar al trasladarse también al lugar del accidente el correspondiente helicóptero del 112 de Castilla y León. Cantabria informó de que no podía enviarlo. Por tierra también se activaron otros efectivos del Principado y se avisó de lo sucedido a la Guardia Civil, que movilizó al GREIM de Cangas de Onís. Las malas condiciones meteorológicas obligaron a trasladar por helicóptero a los heridos a Cantabria, al estacionamiento de Fuente Dé, donde fueron atendidos por un equipo médico de la comunidad vecina. Afortunadamente los seis afectados solo presentaban policontusiones, magulladuras y síntomas de hipotermia, ninguno con carácter grave.

Desde allí todos los afectados fueron trasladados al centro de salud de Potes. Cuatro fueron evacuados por el GREIM de Potes y los otros dos, en ambulancia. Según informó el servicio cántabro de salud, tras su valoración, cuatro menores requirieron traslado hospitalario al presentar diversos traumatismos. Uno de ellos fue evacuado al Hospital Universitario de Valdecilla y los otros tres a la Residencia Cantabria.

Todos presentan una evolución favorable de sus lesiones y se prevé que sean dados de alta en los próximos días.

De los cuatro menores (entre 11 y 12 años), tres niñas y un niño, este último presentaba un cefalohematoma y fractura de tibia. De las tres niñas, una presentaba fractura parietal con neumoencefalo; otra rectificación de la columna cervical; y otra policontusiones.

El grupo accidentado ayer en las proximidades del Urriellu inició el campamento el pasado día 15 y tenía previsto concluirlo el 30 de este mes. El lunes habían comenzado las rutas. Acampados y monitores se desplazaban «de Fuente Dé a Cabaña Verónica y de ahí al Picu Urriellu» y estaba previsto que ayer pasasen la noche en Casa Guillermina, en Bulnes. Pero la tormenta les sorprendió en mitad de Jou de los Boches.

Lo sucedido «fue como lo de Nepal pero en pequeño», trataba de explicar ayer Tomás Fernández, guarda del refugio de Urriellu. La zona donde se encontraban los chavales cuando se produjo la avalancha es bastante complicada y «desafortunadamente, es típico que sucedan desprendimientos en la zona que tiene muchas pendientes. Y en días de tormenta, sobre todo como ésta, que fue corta pero con muchísima intensidad, es peligroso», advertía. Este cabraliego asegura que la zona de los Picos de Europa es un atractivo para muchos grupos de scouts de diferentes regiones. «La verdad es que podía haber sido mucho peor de lo que fue porque la avalancha alcanzó al medio del grupo», comentaba aliviado.

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