«Mi madre murió hace 21 años, pero Bienestar me envía ahora su tarjeta de discapacidad»

Guadalupe Fuentes Montenegro tiene una discapacidad del 84% y necesita la ayuda de una tercera persona. Así figura en la flamante tarjeta acreditativa del grado de discapacidad que la Consejería de Bienestar Social y Vivienda le acaba de enviar. El problema es que Guadalupe no podrá disfrutar de las ventajas que implican el nuevo carné. Porque Guadalupe lleva muerta 21 años. «Desde el 2 de mayo de 1994. Parece una broma de mal gusto».

Así lo asegura su hija, Estrella Fernández, quien todavía se siente perpleja «por semejante envío. ¿Cómo es posible que en la Administración nadie sepa que mi madre lleva muerta 21 años. Me parece inconcebible». Sobre todo porque el documento es uno de los productos estrella del departamento que dirige Graciela Blanco. Responde la tarjeta a una reiterada petición de los colectivos de discapacidad, ya que en otras comunidades existe desde hace tiempo este tipo de documentación. A modo de DNI, acredita el grado de discapacidad y dependencia a la hora de tramitar cualquier petición ante la Administración.

Por ello, Blanco anunció recientemente que la tarjeta ya estaba lista y que se enviaría a las 124.000 personas con discapacidad censadas en Asturias. «Censadas, pero sin saber si viven o no», lamenta Estrella Fernández.

Tampoco le ha gustado a esta vecina de Cangas de Onís la respuesta que ofrecida por la Consejería de Bienestar Social y Vivienda: «Me han mandado un correo electrónico en el que me dicen: 'Queda registrada la incidencia. Destruya la tarjeta'. Nada más».

Ni, por supuesto, que en la tarjeta aparezca «que necesita la ayuda de una tercera persona. ¡Qué triste! En vida de ella nunca me reconocieron nada de eso. Y mira que peleamos por ello, porque la situación era muy dura: mi madre necesitaba ayuda para todo, yo trabajaba y entre mi padre y yo nos teníamos que hacer cargo de todas sus necesidades».

Estrella Fernández asegura que no piensa deshacerse de la tarjeta. «Viene a nombre de mi madre y para mi es suficiente» y asegura que «hay muchos casos más como el mío».

«Cientos de afectados»

Sus palabras encuentran eco en la diputada de Foro Esther Landa. Sin conocer el caso de estrella, asegura que «son cientos de casos los que nos están llegando. Es sorprendente, pero por toda Asturias están llegando las famosas tarjetas de discapacidad a familias de personas fallecidas hace años».

En su opinión, esto prueba «la eficacia de un gobierno que hace gala nuevamente de su descoordinación, de su despilfarro y de su falta de voluntad por hacer las cosas bien». Para Esther Landa, estos envíos son una muestra «del día a día de un Gobierno colapsado que envía tarjetas de discapacidad a personas ya fallecidas mientras retira ayudas y recorta prestaciones a los que tienen que subsistir con ellas».

Insiste la diputada en que «no estamos hablando de casos aislados, sino de muchos» y afirma no entender «como están tomando como base, para la emisión de las tarjetas, unos censos totalmente desactualizados». Afirma, además, que «también pasa con peticiones de ayuda a la dependencia: solicitan información de personas fallecidas».