La lluvia daña el acceso al polígono de Barres

La lluvia no ha cesado en toda la mañana en el Occidente asturiano, pero las zonas más afectadas por las precipitaciones de las últimas horas han logrado recuperar cierta normalidad. También los vecinos de las dos casas de los concejos de Tapia y Navia que ayer quedaron anegadas por las crecidas de los ríos Anguileiro y Anleo. Hoy toca limpieza y reclamación de responsabilidades. Como señalan también desde los ayuntamientos afectados, sostienen que la falta de limpieza de los cauces facilita estos sucesos.

Pero no todos los desperfectos registrados en el Occidente tienen que ver con los ríos. De Valdés a Castropol hay un reguero de desprendimientos que afectan secundarias, algunas tan importantes como la AS-31, que da acceso al polígono industrial de Barres, en Castropol. Un tramo de la calzada ha sido erosionado por la fuerza de una fuente de agua canalizada bajo la vía, cuyo firme ha quedado suspendido en el aire. Esto ha obligado a cerrar el paso de vehículos en ambos sentidos, lo que obliga a los usuarios del polígono a acceder a través del núcleo de Tol.

En Castropol también se han registrado nuevos daños en la carretera de Arnao y se vigilan viviendas de varios núcleos, para evitar entradas de agua. Además, se cuentan varios argayos, al igual que en Navia, donde la NV-5, entre Polavieja y Anleo, y la AS-37, que da acceso a El Vidural, presentan varios corrimientos de tierra que afectan a la circulación.

También en Valdés se ha trabajado toda la mañana para retirar argayos de la calzada, como los registrados en la zona de Ablanedo o San Pelayo. En Tapia, por su parte, se han registrado desperfectos en Serantes y A Veguía.

Aislados en su casa de El Viso

La lluvia que desde la tarde del sábado cae incesantemente en toda la comarca occidental de Asturias ya trajo ayer sus primeras consecuencias. La más importante de ellas la sufrieron en primera persona José Antonio Fernández y su esposa Concepción, un matrimonio septuagenario que vió cómo el agua los dejaba aislados en su propia vivienda, en El Viso (Tapia de Casariego). No es la primera vez que tienen problemas, pero ayer vieron cómo el nivel de agua subía inundando los bajos de la casa e impidiendo el acceso a la escalera de la entrada principal. «Ya pusimos tres denuncias y no nos escucha nadie», advertían desde una ventana.

El aumento de caudal del río Anguileiro provocó su desbordamiento anegando toda la zona. A ello se sumó la subida de la marea, explicaba el primer teniente de alcalde de Tapia, Guzmán Fernández, que se desplazó hasta la zona. «Una vez que la marea comenzó a bajar -señaló- la situación en el río se fue normalizando en la zona por debajo de la N-634», donde el agua afectó entre otros puntos al campo de fútbol. Los mayores problemas, subrayó Fernández, «están de la Nacional hacia arriba donde se mantiene la inundación».

El teniente de alcalde coincide con los vecinos en que no es la primera vez que algo así sucede. «Conozco bien la zona y hemos visto estas inundaciones muchas veces», subrayó. Con la situación creada ayer «se ve claramente que ayudaría mucho que la Confederación Hidrográfica limpiara los cauces y márgenes del río y quizá también ensancharlo un poco».

Al igual que los afectados cree también que las obras de la autovía del Cantábrico pueden tener relación con esta situación: «La autovía vierte gran cantidad de agua a esta parroquia a través del Anguileiro y el arroyo Muria».

Río Anleo desbordado

Los problemas se repitieron en toda la comarca. También en Tapia, el agua complicó la circulación en la carretera Salave-La Roda y varias fincas de Serantes quedaron anegadas. En Castropol, la crecida del arroyo del Fornelo dejó varias casas incomunicadas en el núcleo de A Carreira. En este concejo se inundaron los garajes del Hotel Peñamar. En Navia, el desbordamiento del río Anleo afectó al bajo de una vivienda. En Vegadeo, debió suspenderse el partido en el campo del Soutón entre el Astur Vegadense y el Valsa. Y el Villayón se registraron 46 litros por metro cuadrado.