MARTA VARELA
Sábado, 1 de noviembre 2014, 00:14
Como centro parroquial, Pola de Laviana, cuenta con la protección de Nuestra Señora del Otero, cuyo santuario se sitúa al sur de la población, aproximadamente a un kilómetro del centro de la villa. Cada 14 de agosto, al anochecer, cientos de devotos bajan la talla de la patrona de su santuario hasta la iglesia parroquial de Santa María, procesionando por la mayoría de las calles, que se iluminan con las velas que portan los fieles que van acompañando a la Virgen. Es el acontecimiento religioso más importante del valle del Nalón y marca el inicio de las fiestas patronales de la localidad. Cuando estas concluyen, las tallas vuelve a su santuario.
Publicidad
En la historia de los lavianeses se fijan los siglos XVI y XVII como los primeros que se recuerdan de una procesión en los alrededores de la capilla con la imagen de la Virgen como protagonista. La primera documentación data de 1844, con la narración de una procesión que iba desde el Otero hasta la capilla de San Miguel en la víspera de las fiestas. En 1934 el entonces alcalde prohibió la procesión, aunque algunos fieles mantuvieron en secreto la tradición.
La talla de Nuestra Señora del Otero, por su parte, se fecha a principios del siglo XVII, aunque la primera noticia que se tiene de la misma proviene de mediados de 1654. La Virgen perdió la expresión de su rostro en 1956 tras sufrir una dura restauración.
En lo que se refiere a su devoción, se tiene constancia de que en 1681 ya existía en la parroquia del Otero una capellanía, lo que hace pensar que la actual procesión nocturna durante las fiestas patronales es muy antigua. Si bien la festividad como tal de la parroquia, la que celebra la ascensión de la Virgen María a los cielos, fue establecida de forma definitiva por el párroco José del Rosal Areces el mismo día en el que colocó la primera piedra para la construcción del nuevo templo, el 15 de agosto de 1895.
La Virgen del Otero cuenta con una antigua cofradía, que aún existe, y con un himno con letra de Faustino Fernández y música de María Prieto. Los fieles entonan con especial fervor su estribillo que reza: «Virgen Santa del Otero, oye, oh Madre, la oración, Con que viene un pueblo entero. A ofrecerte el corazón».
Publicidad
A su santuario se llega tras subir una empinada cuesta, en las cercanías del cementerio municipal. Se trata de una construcción algo posterior al siglo XV, con planta en cruz latina, un gran retablo barroco policromado y dorado, en cuyo centro está la Virgen del Otero, y una espadaña rematada con una cruz. Fue la primitiva parroquia de la zona, hasta principios del siglo XX. En 1905 se inauguró la nueva parroquia, de estilo neogótico.
EL COMERCIO-LA VOZ DE AVILÉS entrega mañana la medalla de Virgen de Nuestra Señora del Otero de Pola de Laviana. Los lectores interesados en hacerse con ella solo deben entregar el cupón que figura en el ejemplar del día y abonar un euro. Esta medalla forma parte de una colección de treinta imágenes.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.