«La vida social en Londres es increíble»

Hace casi un año que Amanda Pando Gómez (Gijón, 1994) se subió a uno de esos trenes que no se pueden dejar pasar en la vida. Después de cinco años trabajando en Madrid en una empresa de consultoría, le ofrecieron la oportunidad de saltar a Londres «para impulsar una línea de negocio de banca transaccional» y, según ella misma reconoce, no pudo decir que no, era una propuesta «muy golosa».

Ante ese horizonte laboral, esta ingeniera de telecomunicaciones hizo las maletas y se estableció en la capital británica –«la 'city'»–, «uno de los centros financieros más importantes del mundo», lo define. «En Madrid hay grandes empresas y grandes clientes, pero creo que, en ese aspecto, Londres es incomparable porque tienes al alcance a personas de mucho nivel en el mundo de las finanzas», asegura, al tiempo que reconoce que tuvo que adaptarse a su forma de ser en el trabajo. «En España somos más de decir claramente lo que queremos y lo que esperamos de los demás y eso en Reino Unido les cuesta».

Por eso mismo, Amanda intenta cada día aportarles su forma de trabajar «española, intento ser clara porque ser claro no es algo ofensivo», dice. Y es verdad, pero ahora le tocará adaptarse a un nuevo mundo laboral, el francés, al que se incorporará en octubre. «Me iré para allá cuatro meses y después volveré a Londres, es una nueva aventura», cuenta riéndose.

Son hazañas muy enriquecedoras, pero que tienen como contrapunto la odisea de encontrar una vivienda. «En Londres, para alquilar, te piden referencias de pisos en los que hayas vivido anteriormente y, si no llega a ser porque iba con una amiga, me hubiera costado mucho más encontrar una casa», explica. Además, los precios están absolutamente desbocados, mucho más que en nuestro país. «Estoy pagando de alquiler más del doble de lo que pagaba en Madrid, es una locura», se lamenta. «Es verdad que los sueldos son más altos, pero no creo que sea proporcional», asegura,al tiempo que reconoce que hay en alquiler «verdaderos cuchitriles», aunque asegura que ella tuvo suerte a la hora de encontrar un hogar.

Hogar y amigos porque Amanda promete que «la vida social en Londres es increíble», aunque a ella le toca compaginarla con muchas horas de esfuerzo y de trabajo. Igualmente, por los ratos que está teniendo para disfrutarla, sabe que «es una ciudad tan grande que hay muchos ambientes diferentes por los que salir». Tanto es así que «si cada fin de semana quisieras probar algo diferente, podrías hacerlo y nunca te cansarías de ir a los mismos sitios».

Esta realidad sorprendió mucho a esta gijonesa que, cuando se mudó a Londres, iba «sin ninguna expectativa porque sabía poco de la ciudad, más allá de los tópicos de que se come mal y que llueve mucho». Afirmaciones que el día a día le ha ido demostrando que son mentiras y, por eso, está «muy a gusto y muy feliz» viviendo allí. «Vine para un año, pero quiero quedame un par más por lo menos», lanza. «Creo que este es el momento para estar en Londres, crecer profesionalmente y seguir conociendo mundo».

Eso sí: cuando el tiempo pase y vaya cumpliendo años, Amanda tiene claro que le gustaría «volver a Asturias», aunque no da nada por sentado porque, ya se sabe, «la vida da muchas vueltas, así que ya veremos». Habrá que esperar para ver qué trenes pasan por su lado.

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