Secciones
Servicios
Destacamos
Carlota Bécares (El Entrego, 2001) se fue de su casa, por primera vez, en septiembre para vivir su experiencia Erasmus. Ella estaba estudiando Pedagogía en la Universidad de Oviedo y decidió continuar la carrera en Nápoles, donde permanecerá instalada hasta el próximo mes. «Aquí los ... exámenes se hacen más tarde, así que todavía me tengo que quedar unas cuantas semanas estudiando».
Lo hace de muy buena gana porque esta beca académica le ha hecho aprender bastantes cosas, hasta siente que ha crecido. «He madurado mucho y me he dado cuenta, en este tiempo, de que quiero seguir viendo mundo», reflexiona. «Al final, Asturias siempre va a estar ahí esperándome porque es mi casa y ahora lo que me apetece es viajar, terminar la carrera y hacer algún voluntariado por Europa», continúa.
Ella ha descubierto que cada lugar es un mundo, incluso en la forma de enfrentar el día a día. «Nápoles es una ciudad muy caótica, no hay rutinas», señala. Hasta el sistema de enseñanza es diferente al nuestro. «En España, tenemos tres convocatorias de exámenes y podemos agotar dos. Aquí, sin embargo, puedes presentarte a cada examen seis veces, así que es bastante más fácil aprobar las asignaturas», celebra.
Y, después de estudiar un rato por las mañanas, en Nápoles puedes disfrutar de una oferta de ocio amplísima cada tarde. «Hay muchas actividades culturales y deportivas y también hay muchísimos conciertos en la calle», cuenta.
Todo eso sucede porque «la gente en esta zona es muy abierta», promete. «Se interesan por saber de dónde vienes. Es una ciudad que te arropa desde el principio», añade. Y, sintiéndose como en casa, Bécares está aprovechando estos meses para relacionarse con gente de casi cualquier rincón del mundo. «Los españoles tendemos a irnos de Erasmus y quedarnos en nuestra zona de confort, es decir, rodeándonos solo de amigos españoles», cuenta.
«Yo, al principio, hice eso y, por supuesto, tengo amigos de nuestro país, pero después decidí abrirme y conocí a gente de muchos sitios, sobre todo, de Sudamérica», prosigue. «Eso te ayuda a descubrir diferentes culturas», celebra.
Pero no es oro todo lo que reluce, ya que Nápoles tiene un gran problema: la delincuencia. «Esa imagen que todos tenemos, de que es una ciudad en la que te roban, es cierta», reconoce con pesar.
«A mí me quitaron la cartera en un autobús municipal y a mis amigos, también los atracaron en diferentes ocasiones. Además, es muy común que utilicen la fuerza», se lamenta.
Por eso, aunque no viva con miedo, esta asturiana vive sus días con mucho cuidado. «Cuando llevas unos meses aquí, dejas de ver el peligro porque sientes que este lugar es tu casa, pero hay que protegerse, sobre todo, a la hora de volver por las noches», explica. «Lo más recomendable es vivir en alguna de las avenidas principales para evitar incidentes e ir siempre acompañada».
Esta experiencia le ha servido para amedrentarse menos y atreverse más, por eso, ahora que está a punto de que llegue a su final, asegura que se va a marchar «con muy buen sabor de boca». Si volviera a empezar septiembre, sin duda, repetiría.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.