ANA RANERA
GIJÓN.
Domingo, 6 de noviembre 2022, 01:33
Susana Martín (Oviedo, 2000) llegó a Santiago de Chile hace tres meses y ya parece que lleve allí toda la vida. A sus veintidós años, esta asturiana cruzó el charco para estudiar el primer semestre del último curso de Psicología y, de paso, vivir bien ... la vida por esa zona de Sudamérica. «Estoy exprimiendo al máximo la experiencia», confiesa. Y no hace falta que lo jure, basta con escucharla enumerar todos los viajes que ha hecho en este tiempo para comprobarlo. «Por suerte, he podido ir a bastantes sitios. Estuve en el desierto de Atacama, en Valparaíso, en Viña del Mar, en el Cajón del Maipo, en Buenos Aires y la semana que viene me voy a Perú». Casi nada.
Publicidad
Y además no se acaba ahí su aventura porque en diciembre pondrá rumbo «a la Patagonia chilena», antes de volver a España y que lo más exótico sea cruzar en un autobús eterno de Asturias a Salamanca, donde estudia.
Porque que nadie se crea que con tanto trasiego, no está yendo a la universidad. Nada más lejos de la realidad, pero por allí el sistema educativo es muy diferente. «Está genial, no me lo esperaba así para nada», empieza diciendo. «En España todo es más teórico y aquí, sin embargo, es mucho más práctico, hay más participación en clase y se hacen más trabajos en grupo». Además, Susana asegura que los profesores se preocupan de que «estés atento y participes, es más dinámico». Nada de escuchar un discurso y luego desgastarse los codos en casa para memorizarlo.
Y, pese a estar disfrutando tantísimo de su intercambio, Susana reconoce que «la calidad de vida de España no la hay aquí». Cuando lo cuenta, piensa sobre todo en la situación económica. «Hay mucha desigualdad social. Muchísima gente vive con el salario mínimo». Una desgracia que se extiende también a la sanidad y que a ella le toca muy de cerca porque, mientras en nuestro país se empieza -tímidamente- a dar importancia a la salud mental, en Chile falta bastante tiempo para que eso ocurra. «En ese aspecto, están unos pasos por detrás de España. Yo creo que no hay un buen acceso a los psicólogos», se lamenta.
Además, todo es tremendamente caro, aunque pueda parecer lo contrario. «Es todo más costoso de lo que yo me esperaba, sobre todo, ir al supermercado, salir de fiesta, los aviones y los alojamientos», enumera. Y Santiago es «una ciudad inmensa», asegura. «Para ir a cualquier sitio tienes que ir en transporte público y hay muchísima gente por todas partes», cuenta. «Llevan una vida muy ajetreada».
Publicidad
Eso sí: la cultura es muy parecida a la nuestra, ya se sabe. «Los horarios de vida, de comida y de fiesta son los mismos», señala. «Además, la gente es muy abierta y muy acogedora, sobre todo, con los españoles». Así da gusto vivir seis meses y llevarse una experiencia universitaria que abre los ojos y enriquece la mirada.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.