M. F. ANTUÑA
GIJÓN.
Sábado, 1 de febrero 2020, 03:12
A Cristina Valle le gustan las formas, los espacios, los volúmenes. Y por eso aspira a hacer de su arquitectura arte y del arte una suerte de arquitectura vital. Gijonesa de 1989, del Codema tomó rumbo a Madrid para formarse como arquitecta ... y, ya con título y orla, decidió salir de España. «Quería seguir formándome y me fui a Japón, me daba la sensación de que aquí faltaba formación en cuanto a diseño y Tokio para eso es la meca», explica esta joven que trabajó para los estudios de Junya Ishigami y Kengo Kuma hasta que decidió que la vida nipona era extremadamente esclava y decidió regresar a Europa. «Se trabaja de lunes a sábado y de diez de la mañana a doce de la noche, y esa vida a largo plazo es imposible». Año y medio después tomó un avión rumbo a París, donde podía continuar ejerciendo la profesión de la manera en que ella la siente. «En España la arquitectura es una disciplina cerrada, el arquitecto se entiende como un constructor y se olvida que es también diseñador y artista, que es alguien capaz de entender la escala humana y cómo nos relacionados con el mundo».
Publicidad
Hace tres años ya de su llegada a Francia y desde hace uno cuenta con su propio estudio, CRVTZN architects, que lidera junto a otra joven colega francesa de origen libanés. «Vemos la arquitectura como algo que tenemos que construir para siempre, pero ese concepto no tiene que ser así, también se puede entender como algo más temporal, más efímero, porque la gente se mueve, cambia de espacio porque la familia se hace grande primero y pequeña después, y la arquitectura tiene que adaptarse a los momentos de la vida». Esa es su filosofía. Y con ella han trabajado en proyectos que van de escenografías a museografías, pasando por el diseño de mobiliario y también apartamentos. «Es bonito poder trabajar al mismo tiempo con diferentes escalas».
Esa filosofía encaja en una ciudad en la que «se vive muy rápido». Es -dice Cristina- «preciosa para visitar y dura para vivir», porque todo el mundo va a cien, porque «no hay tiempo para respirar», porque el frenetismo está instalado. Pero, eso sí, artísticamente hablando es perfecta: «Siempre hay propuestas culturales, siempre hay algo que te puede interesar». Laboralmente, también es buena plaza: «En Francia al trabajador se le respeta muchísimo, son los mejores reclamando».
Volver a Asturias para trabajar no parece una opción muy factible, y eso que Cristina siempre que puede barre para casa. Por eso aquí ha expuesto ya el verano pasado en Oviedo y a partir del lunes próximo y hasta el 28 de febrero colgará sus fotografías de arquitecturas industriales en Mediadvanced, en Gijón, junto al trabajo de Tracy Zeidan. 'Objet trouvé. La estética de lo encontrado' es el título de la muestra. «El tema de la exposición va en paralelo. Sus fotos son elementos naturales encontrados, a veces fuera de contexto, y las mías son elementos industriales en un contexto natural», anota la creadora gijonesa, que además de fotografía firma obras en técnica mixta y esculturas. Se declara una gran admiradora del patrimonio industrial de la región, en el que encuentra la belleza incluso donde nadie la ve. «Me gusta cómo esas formas aparecen y se muestran entre el verde, porque en Asturias siempre hay un paño verde, hay árboles, hay un prado, hay montañas».
Pese a que está arrancando su propio negocio, siempre encuentra tiempo para el arte y para viajar a Asturias, aunque no sea fácil por la ausencia de vuelos. «Me da pena que Asturias esté tan aislada, mientras otras comunidades se están moviendo, parece que la nuestra va hacia atrás».
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.