![«Nueva York te da oportunidades»](https://s3.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/2023/04/30/ny-k7VF--1200x840@El%20Comercio.jpg)
![«Nueva York te da oportunidades»](https://s3.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/2023/04/30/ny-k7VF--1200x840@El%20Comercio.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
ANA RANERA
GIJÓN.
Domingo, 30 de abril 2023, 02:04
Irene Díaz Blanco (Gijón, 1997) empezó el año pasado a sentir la necesidad de volar alto y sus alas la llevaron a alcanzar Nueva York el pasado mes de octubre. «Estaba trabajando en Asturias en un gimnasio de kárate y estaba encantada, me gustaba mucho, pero empecé a pensar que no me había ido nunca de Erasmus y que apenas había salido de la ciudad», cuenta. Con esas, le empezó «a picar el niki» y hasta se planteó estudiar otra carrera -ya había terminado Lenguas Modernas- para poder irse un año fuera. Pero fue su entrenador del gimnasio el que le dio la solución a sus quebraderos de cabeza, al proponerle que se fuera un tiempo a Nueva York y, a decir verdad, acertó de pleno. «Me dijo que su hijo vivía allí y que podía abrirme puertas».
Irene hizo entonces las maletas en mayo del año pasado «para conocer la ciudad antes de dar el salto definitivo» y sobra decir que le encantó, así que, solo cinco meses después, ya estaba instalada allí y matriculada en una academia para aprender inglés. «Estudio y aparte colaboro con 1990 Group, una empresa de fiestas neoyorquina impulsada por dos gijoneses», explica. «Sus trabajos consisten en organizar fiestas y se encargan de que estén llenas y de que todo el mundo se lo pase bien», prosigue. «Solo con ir yo con mis amigas, ya les ayudo mucho».
Y, más allá de ese pequeño trabajo y de la formación, Nueva York es una ciudad «que te da oportunidades», tal y como cuenta Irene. «Aunque trabajes de cualquier cosa, te da para vivir y para salir adelante», asegura. «Es mucho más alentador que estar en Gijón, donde tienes que vivir con tus padres porque no es muy fácil emanciparse», se lamenta.
Eso sí: no todo son ventajas por aquellos lares, ya que, «al ser una ciudad tan grande, cualquier recado te lleva dos horas, porque las distancias entre un sitio y otro son enormes», se ríe. No le importa demasiado, porque, por allí, ha descubierto que Nueva York no es lo que muchos piensan. «Hay gente que te dice que es una ciudad muy peligrosa y yo no he tenido ni el más mínimo incidente nunca», asegura. «De hecho, he tenido más problemas en Gijón, donde alguna vez pasé miedo porque me perseguía un baboso».
Y, aunque es «muy segura», el nivel de vida está por las nubes. «Es tremendo. Es verdad que los trabajos están mejor pagados, pero una botella de leche sin lactosa ya son siete dólares. También son siete dólares una caja de huevos y tres, comprarte un yogur».
Habrá que controlar entonces el bolsillo, porque a Irene le queda Nueva York para rato. «Me gustaría quedarme, porque me gusta vivir aquí y querría agotar todas las oportunidades hasta que me canse y decida volver a España». De momento, se plantea impartir clases de español, aprovechando su formación universitaria, e ir ampliando horizontes en esa ciudad llena de oportunidades.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Nuestra selección
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.