«Dubái es la gran desconocida»

Pero en 2022 la vida le dio otro giro –muy positivo, por cierto– e hizo las maletas otra vez rumbo a la ciudad árabe para trabajar «en Kraft Heinz, la marca de salsas», explica sabedora de que a todo el mundo se le vienen a la cabeza sus sobres de kétchup, mostaza y mayonesa. «Soy la directora comercial del canal de 'fast food' para los países de Oriente Medio y África», detalla. «Básicamente me dedico como todos los directores comerciales a aumentar las ventas lo máximo posible y a que todo el mundo consuma nuestra marca».

Está claro que no lo hace nada mal y que ahora es el momento en el que Cristina agradece que su familia desde pequeña le diera alas para volar. «De niña me mandaban a Estados Unidos y siempre impulsaron lo de que saliéramos a otros países para espabilarnos», asegura. Eso hizo que no le pesara el miedo cuando marchó de España, aunque sí que reconoce que el primer año de su segunda etapa en Dubái fue «duro», pero eso quedó atrás y ya está totalmente «asentada» y llevando a cabo un proyecto «infinitamente mejor» que el que tenía en la capital española. «Ya no solo me refiero a lo económico, sino también a lo profesional, que es un salto que en España hubiera tardado muchos años en poder dar», afirma.

Además, esta gijonesa está encantada con la vida que lleva allí y promete que la ciudad es «la gran desconocida». Lo cree así porque la conoce bien y conoce también los prejuicios que hay sobre ella en Europa. «Hay mucho estigma alrededor del mundo musulmán, pero Dubái no tiene nada que ver con otros sitios como Qatar, es mucho más abierto». Y ella está convencida de que esto es así porque «solo el 20% de la población es local, el resto son expatriados y eso hace que sea una sociedad muy financiera y muy internacional».

Por allí hay gente de todas partes y tienen muchos planes a su alcance. «Tenemos playas, los mejores restaurantes y discotecas, que hay gente que piensa que aquí no se puede beber, pero claro que sí, puedes salir de fiesta igual que lo harías en España». Lo que faltan son «los barrios para caminar y tomar algo en una terraza», pero a cambio tienen una amplísima oferta de vuelos que le ha permitido conocer mucho mundo. «Esta ciudad, para estar unos años, ahorrar y moverte, es una oportunidad muy buena».

Eso sí: hay meses en los que el calor es insoportable y más vale no hacer planes al aire libre. «Yo creo que hay siete meses buenos y cinco malos», reflexiona Cristina. «Hasta finales de mayo puedes aguantar haciendo planes en el exterior, pero luego hay cinco meses de muchísimo calor», se lamenta.

Esta gijonesa lleva bien ese clima del desierto, pero reconoce al mismo tiempo que «España es el mejor país del mundo». Dice que es «una defensora férrea» de esa idea y por eso, cuando piensa en el futuro, se imagina a veces viviendo en algún lugar de nuestro país. «Cada día pienso una cosa diferente, pero por lo menos me quedaré aquí hasta 2027 para cumplir una etapa de cinco años en este trabajo».

Esos planes sabe que pueden cumplirse o no porque «aquí nunca sabes lo que va a pasar. Quizá de repente me surja una oportunidad profesional y esto se alargue». No hay certezas de qué ocurrirá en el futuro, pero de momento Cristina va disfrutando de la vida por allí y de las vacaciones esporádicas en España, su país favorito del mundo, a pesar de la distancia.