ANA RANERA
GIJÓN.
Domingo, 17 de julio 2022, 01:50
En el año 2011, Isabel Argüelles (Oviedo, 1988) sació sus ganas de ver mundo al dejar atrás Asturias e instalarse en Dubái. Ella estuvo viviendo allí cinco años y, en 2016, cambió de nuevo de aires y se estableció en México porque «sentía que tenía ... que conocer más sitios», explica. «Estuve un año allí, pero me parecieron cinco porque fue como una telenovela», se ríe ahora al contarlo. Y, después de aquella experiencia en Centroamérica, volvió a España, pero «yo que me creía tan abierta, no me adapté», confiesa.
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Para paliar esa desazón, en las navidades de 2021, se escapó unos días a Dubái y se dio cuenta de que allí estaba su futuro. «La gente dice que es una ciudad falsa y es verdad, pero es maravillosa para los turistas que les interesa la arquitectura y es aún mejor para vivir», promete. Lo cree así porque «tiene todo lo que te puedas imaginar. Es una ciudad muy activa», afirma. «Cuando voy a España, me doy cuenta de que la rutina es mucho más casera y que hay menos opciones de ocio».
Allí, sin embargo, cuando llega el sábado se van de 'brunch', «pero no es como los de Madrid, aquí quedas al mediodía y coges la melopea hasta el día siguiente», bromea. «Aparte, los viajes son muy accesibles a sitios cercanos como Sudán o Kirguistán, que son lugares que, sino, nunca conocería».
Con tanto halago hacia Dubái, es inevitable preguntarle a Isabel por la situación de la mujer y, contra todo pronóstico, asegura que ella nunca notó machismo. «Me han llegado a preguntar que si tengo que ir tapada por la calle, pero no, en absoluto. Emiratos Árabes es un país que vive de expatriados, somos el 80%, así que no se pueden permitir ser cerrados porque entonces no vendría nadie». Para ella, «Dubái es una ciudad totalmente liberal en todos los aspectos. Además, están trabajando mucho el empoderamiento femenino».
Un defecto que sí que es innegable es la temperatura, ahora mismo, por ejemplo rondan los 43 grados. «Hace mucho calor, es verdad, pero no hace más calor que en Sevilla, así que no es para tanto». Aunque, es verdad que Isabel echa de menos el clima asturiano que es «maravilloso», dice. «Hace años, no me hubiera creído que lo echara en falta», bromea.
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Y no es lo único que extraña porque ahora le encantaría mirar arriba y ver ante ella un cielo azul con nubes blancas. «Parece ridículo, pero es que aquí hay mucha neblina entonces no ves el cielo como lo ves en Asturias».
Cada vez que vuelve, esta ovetense se queda impresionada con nuestra bóveda celeste y con su ciudad. «Regresar es un 'shock', ves las casas tan pequeñas y tan bajas que te sorprende, te parece todo muy viejo». Cada sitio tiene un encanto diferente, pero lo que ella tiene claro es que se ve por allí «a largo plazo. Antes decía que quería ver más mundo, pero por ahora me quedo en Dubái».
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