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Marta Pastur (1996) estudió Pedagogía en la Universidad de su ciudad, Oviedo, y tiene un máster en Neuropsicología educativa de la Universidad de Alcalá de Henares. Lleva siete años en Copenhage donde dirige una academia de español para niños llamada 'Pollitos'. Además, es escritora y, de hecho, la última vez que volvió a su tierrina fue hace escasas fechas para presentar su libro de relatos 'Orvallo' (Uve Books), en el que la infancia es el hilo conductor y también la nostalgia, aunque confiesa estar muy cómoda en Dinamarca y en una ciudad que la atrapó desde su primera visita.
Desde la ciudad de la Sirenita desvela que «cuando acabé la carrera tenía claro que no quería estar en España, me picaba el gusanillo de trabajar fuera. Había hecho mi Erasmus en Polonia y eso te da mucho pie a viajar, conocer otros países. Fui a Copenhage y me fascinó. Luego, cuando mandé mi curriculum para hacer las prácticas del Erasmus, el primero en contestarme fue un colegio internacional de Copenhage. Presenté el trabajo fin de carrera en junio del 18 y en agosto ya estaba trabajando allí».
La ovetense relata que la idea de abrir su academia surgió «de manera bastante natural. En el colegio había muchos hijos de parejas mixtas hispano-danesas y cuando hablaba con ellos en español veía que aunque eran bilingües había vocabulario que les faltaba o estructuras gramaticales, y al mismo tiempo había muchos padres que pedían una cuidadora en español y quedar con otras familias para que los niños hablasen esa lengua. Fui uniendo todo eso en mi mente y vi que más que una cuidadora, en realidad esas familias necesitaban una academia, unas clases con una pedagogía y un método detrás y yo tenía esa formación». En un principio, Pastur impartía clases particulares a domicilio y cuando tuvo un grupito de alumnos, alquiló un aula en un colegio. «Funcionó, tuvo muy buena acogida y el paso definitivo fue instalarme en un local propio. Así nació 'Pollitos'. Las familias están supercontentas», apunta.
A diferencia de lo que ocurre en España, con un largo camino lleno de obstáculos para abrir cualquier negocio, la pedagoga ovetense revela que en su caso, fue todo muy sencillo: «Abrí la academia en una tarde. Está todo muy bien organizado de manera telemática. Hay una plataforma de empresas y simplemente vas rellenando el formulario con las características de la tuya. Luego, claro, una vez en marcha, están las dificultades comunes a la gestión, las declaraciones de IVA, etcétera. Y otra diferencia con España son los impuestos, que aquí son altos, aunque después ves que eso revierte en la calidad de los servicios públicos», detalla.
En cuanto a los contrastes que le siguen llamando la atención en la vida cotidiana, Pastur destaca «la comida sobre todo, en España tenemos una dieta muy rica y variada, algo que aquí no ocurre. Mi hermana estuvo de visita y al ver lo que comíamos me decía: '¿Pero cómo puedes vivir así?'. Otra cosa que echo de menos es la luz. En invierno a las tres ya es de noche. Y el trato personal es muy diferente, aquí es mucho más distante y frío. Mi círculo de relaciones es más internacional, aunque tengo una muy buena amiga danesa desde que trabajaba en el colegio europeo. Y claro, lo que más echo en falta es a mi familia, mi núcleo de siempre y mis raíces», detalla.
Una buena conexión con todo ello y también con su vida diaria entre niños en la academia la mantiene a través de la literatura, como muestra su libro de relatos 'Orvallo': «Siempre me gustó, aquí hice un curso de escritura creativa en español con gente de Latinoamérica y lo retomé. En estos cuentos el orbayu es metáfora de lo que intenté al escribirlos: que fuesen suaves, delicados y que a la vez empapen al lector».
La propia ciudad en la que reside le resulta particularmente inspiradora: «Incluso en lo más duro del invierno es muy dinámica, hay muchos festivales que mueven a la gente. Y cuando llega el buen tiempo hay mucha vida en la calle y una gran oferta cultural. Me sigue fascinando Copenhage, su arquitectura, sus canales, la diversidad de su gente», asegura esta asturiana de espíritu inquieto e ideas claras.
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