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Ha sido, asegura, una decisión «muy dura», que le ha costado tomar. Pero está convencida de haber hecho lo correcto. Marta Sanz, hasta ahora edil en Villaviciosa por Vox, abandona la formación con la que llegó a la Corporación, aunque mantendrá su acta ... de concejal. Un día después de hacerlo público en la sesión plenaria, Sanz explica sus razones. Motivaciones que achaca principalmente a «la falta de apoyo» por parte del partido. A sus desencuentros con el presidente de Vox Asturias, José María Figaredo. Y, también, porque considera que desde Vox «se están blanqueando actitudes» de algunos de sus hasta ahora compañeros de partido mientras que a ella, por defender los posicionamientos de esta formación, «me parten la cara», por ejemplo, en los plenos.
Esa sensación de remar en solitario y de no contar con suficientes apoyos ni medios ha ido creciendo según avanzaba el mandato, en una Corporación donde es la única edil de este partido, que considera otros «han demonizado». Y por eso ha decidido dar el paso y dejar Vox. Eso sí, mantiene el acta de edil. ¿Por qué? Su respuesta es clara y directa, sin dudar ni una coma: «Porque entré con una ideas y esta acta me la he currado yo y tengo ganas de seguir». En ese sentido, incide en que sus ideas y pensamientos siguen siendo los mismos que los de Vox. Sólo que, remarca, «el partido me dejó sola». Además, insiste, quiere «lo mejor para Villaviciosa».
De ahí que esta militar jurado, con 25 años a sus espaldas en el Ejército y ahora pensionista, tenga la intención de seguir en la Corporación y de tratar de normalizar las relaciones entre los distintos grupos, con la idea de rebajar la tensión para que el concejo pueda avanzar.
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