Ana Rodríguez
Quintueles
Viernes, 5 de enero 2024, 00:22
El duende navideño del barrio de Rovigo, en Quintueles, Villaviciosa, amaneció ayer completamente calcinado en medio de la carretera, lejos del pino de más de cien años en el que se suele colocar.
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'Roviguín', como lo llaman los vecinos, recoge todos los años en ... un buzón las cartas de los niños, que acuden desde diferentes partes de la parroquia. La noche del miércoles, uno de los vecinos «vio un coche que se paraba y ponía las luces largas durante mucho tiempo», explica Nuria Megido, presidenta de la Asociación La Rasa de Rovigo. A continuación «comenzaron a ver unas llamas tremendas, que se terminaron apagando».
Megido asegura que «no fue una cosa que pensaron sobre la marcha» ya que cortaron la cuerda que sujetaba al duende con unas tijeras y aparecieron trozos repartidos por la carretera, como la nariz o las orejas, «así que creemos que estuvieron dándole patadas y jugando con él».
La presidenta agradece que «por lo menos no provocaron un incendio», pero lamenta la falta del duende durante el resto de la época festiva y, «aunque hay cosas más graves, esto se hace con ilusión por los niños que vienen todos los años». Además, estaba previsto que varios de ellos acudieran durante la tarde de ayer para entregar sus cartas a 'Roviguín'.
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