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Conocían la zona y sabían a dónde iban. La Guardia Civil investiga un asalto con enorme violencia perpetrado en una casa de Venta les Ranes, en Villaviciosa, y que tuvo como víctimas a un matrimonio de octogenarios: Manuela Hernández y Manuel Meana, que se recuperan en el Hospital de Cabueñes de las graves lesiones que los ladrones le provocaron en la cabeza con la culata de una pistola. Es el segundo robo de similares características que se registra en la zona de Castiello de la Marina en tan solo un mes, y se da la circunstancia de que estos últimos afectados son cuñados de la primera víctima.
El matrimonio estaba durmiendo cuando de pronto se despertaron con cuatro individuos armados alrededor de la cama y con el rostro tapado. «El dinero, ¿dónde está el dinero?», gritaban, recuerda Manuela, que salió mejor parada que su marido y las lesiones que presenta no precisaron ingreso hospitalario. Acompañada de su hijo y de su nuera, se intenta recuperar en casa del tremendo sobresalto sufrido. «Ha sido un susto tremendo, nadie se espera esto...», acierta a decir su nuera, pendiente de la recuperación de Manuel Meana, que permanecía en observación en el centro hospitalario gijonés.
Los ladrones accedieron violentando una puerta, se dirigieron a la habitación de la pareja y les encañonaron exigiéndoles que les dijesen dónde guardaban el dinero. Los maniataron y a Manuel Meana le golpearon brutalmente en la cabeza para conseguir su objetivo: llevarse el botín.
Finalmente, huyeron con unos 300 euros y joyas, tras una media hora dentro de la vivienda. El matrimonio no guardaba dinero en efectivo en casa. Se trata de personas muy conocidas en Villaviciosa, ya que durante años regentaron un negocio de venta de pienso.
La mujer consiguió liberarse y llamar a los servicios de emergencia y también a su hijo. Hasta el lugar se trasladaron los agentes de la Guardia Civil y los sanitarios del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU). La investigación corre a cargo de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Asturias. Según el relato de las víctimas, los ladrones no tenían acento extranjero. Las primeras pesquisas apuntan a que conocen el entorno y a que habían controlado a las víctimas para conocer sus rutinas. Sabían que estaban solos en casa.
Los efectivos del Servicio de Criminalística realizaron una inspección ocular y recogieron pruebas y vestigios para intentar identificar a los autores. Además, revisan cámaras para tratar de localizar el vehículo en el que llegaron al lugar y recaban testimonios por si algún residente en la zona hubiese apreciado algún movimiento sospechoso los días anteriores.
Los trabajos policiales se centran en determinar si se trata del mismo grupo de delincuentes que en febrero perpetraron otro asalto en Venta les Ranes, al cuñado de las últimas víctimas, a quien agredieron brutalmente para llevarse el dinero que tenía en casa. Ocurrió hace exactamente un mes.
También actuaron encapuchados, armados con pistolas y emplearon una gran violencia con el hombre para llevarse una importante suma de dinero.
La línea de la investigación apunta a que los asaltantes conocían o tenían referencia de alguna forma de las víctimas de los dos asaltos y suponían que les iba a reportar un beneficio económico. En Venta Las Ranas este segundo episodio violento ha hecho saltar todas las alarmas entre los vecinos, sacudidos por estos delitos tan poco habituales en una zona habitualmente muy tranquila.
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