«Queremos que en Asturias hablar de Clarín sea como hacerlo de Cervantes»

–La Sociedad Cultural y Recreativa de Clarín es una de las más antiguas de Villaviciosa.

–Sí, probablemente; el origen de esta sociedad data de la Segunda República, se fundó en 1934, así que cumple 90 años, aunque hay que contar el silencio durante la dictadura. Se interrumpió su actividad entre 1936 y 1937, hasta 1984, cuando hubo un movimiento social para rescatarla. Aunque no hubiera funcionado en todo ese tiempo, no estaba extinguida del todo.

–¿Cómo surgió la idea de organizar estas jornadas?

–Podría decirse que fue una idea propia, pero lógicamente fue ratificada por el congreso de compañeros de la junta directiva. La gente debería saber quién era Clarín y no todo el mundo lo sabe; te dicen '¿Clarín? Ah sí, el escritor', pero no es así. Era mucho más: profesor, universitario, crítico literario, periodista... Así que yo quería poner en valor su figura y su novela extraordinaria; dicen los entendidos que es seguramente la novela más importante del siglo XIX español. Por eso en la sociedad llevamos su nombre y creo que tenemos la responsabilidad de darlo a conocer en todos los ámbitos que podamos. Así, cuando me nombraron presidente, una de las cosas que dije es que iba a tratar de impulsar la figura de Clarín y a partir de ahí fue madurando la idea con el apoyo de mis compañeros, por lo que organizamos una serie de actos que nos sirven para recordarlo.

–¿Marcar un antes y un después?

–Efectivamente, sí, así es. Se perdió mucho de lo que él suponía, su importancia desapareció durante la dictadura; de hecho, la directiva que puso en marcha la sociedad desapareció. Los estatutos hablaban de difundir la cultura en los pueblos; socialmente estaban muy avanzados y, claro está, esto chocó frontalmente con las ideas del sistema que estuvo vigente hasta 1975.

–Si ponemos el punto de partida en los ochenta, ¿cree que la influencia de la figura de Clarín se ha recuperado?

–Creo que aún hay terreno que recorrer, sobre todo teniendo en cuenta que Clarín, principalmente en Asturias, más concretamente en Oviedo, estuvo silenciado hasta los años sesenta. A partir de ahí, fue gente de la Universidad los que empezaron a hablar de nuevo de la figura de Clarín y, poco a poco, se fue rescatando. Por ejemplo, Clarín vivió muchísimos años en Oviedo y hoy en día está señalizado dónde nació, dónde paseaba, la zona donde tuvo su influencia... Aun así, yo creo que falta todavía bastante trecho, hay que dar cuenta que tuvo una importancia extraordinaria. Pongamos en comparación el caso de Gijón, una de las figuras más relevantes allí es Jovellanos; la villa está jovellanizada al máximo, está todo muy especificado. No es así en el caso de Clarín, en Oviedo aún falta.

–Pero la capital ha introducido 'La Regenta' en su panorama cultural y turístico.

–Sí, hubo un impulso en ese sentido, pero Clarín siempre estuvo entre luces y sombras, porque fue un personaje tremendamente controvertido, muy crítico con la sociedad que él conoció. Vetusta podía representar a cualquier otra ciudad de la época, porque la que vivió Clarín fue tremendamente controvertida y muy complicada desde el punto de vista sociopolítico. Así que fue un personaje que retrató muy bien el Oviedo de entonces, pero provocó mucha polémica y rencor.

–¿La intención es repetir estas jornadas cada diez años?

–Espero que así sea y lo que voy a intentar es seguir manteniendo el contacto con todas las entidades relacionadas con Clarín que participen, trataremos de hacer algo juntos. Creo que es importante , por eso hemos organizado estos actos, pero no debe quedar ahí la cosa. Deseo que en Asturias el hablar de Clarín sea como hablar de Cervantes; esa es mi intención como presidente.