Intensifican los controles del agua en Rodiles por la carabela portuguesa

«Las carabelas portuguesas van según las corrientes marinas, aparecieron en la costa de Llanes, vinieron por la de Caravia y se las vio hace una semana en Colunga, así que estábamos a la espera a que la marea las trajera por aquí», explicó la concejal Lorena Villar.

Y así fue. A diferencia del año pasado, con uno o dos ejemplares, el número que apareció ayer en la costa maliaya fue lo bastante alarmante como para cerrar el baño en Rodiles. Por ello, en la mañana de ayer, el equipo de Salvamento hizo una inspección en lancha motora y moto de agua por toda la zona, hasta cerciorarse que los bancos de carabelas se encontraban ya en alta mar, muy lejos de la zona donde se bañan los visitantes a la playa.

Se abrió al baño a las 13 horas de ayer, y durante todo el día, se pudo disfrutar de Rodiles. Pero tanto los socorristas como el Ayuntamiento de Villaviciosa siguen recomendando precaución, dado que la presencia de este tipo de medusas se convertirá en una realidad en las costas asturianas de cara al futuro. «Pensamos que es por el calentamiento de las aguas. El año pasado aparecieron unas pocas entrado agosto, pero fueron muy puntuales, no fue como ayer», declaró la edil. Por ello, el control sobre las aguas se mantendrá con una vigilancia constante, en alerta a futuros avistamientos. Todas las mañanas las lanchas y motos acuáticas de los socorristas harán una comprobación, dado que la situación puede cambiar.

Esto se debe a que todo se reduce al viento y las mareas. Actualmente, la mar está en calma y las previsiones así lo contemplan en los próximos días, pero eso también quiere decir que se desconoce «en qué dirección se moverán, pueden pasar al resto de las playas como pueden pasar directamente de largo».

Así pues, las recomendaciones a los visitantes de la playa de Rodiles es estar atentos al agua. Las carabelas portuguesas son muy vistosas, de colores rosas y violáceos, muy llamativos al ojo. De ver algo parecido en el agua, hay que alejarse lo máximo posible y salir inmediatamente. Sus tentáculos son especialmente largos, pueden alcanzar a una persona hasta un metro de distancia aproximadamente.

Si por desgracia se llega a tener contacto con ellas, se debe acudir a los socorristas de inmediato. Según se informa desde la torre de Salvamento de Rodiles, en ningún momento se debe echar agua dulce a la reacción o frotarla, sino que se recomienda agua del mar. Por otro lado, para contrarrestar la sustancia en la piel, también se puede echar vinagre o suero fisiológico. Si por algún motivo quedará algún resto de la carabela, se podría recoger con una tarjeta de plástico, nunca con las manos.

Las playas más seguras y abiertas al baño son la de Miami y Misiegu, al dar la vuelta al arenal de Rodiles, cercanas a la ría de Villaviciosa. En declaraciones desde el Ayuntamiento, el agua de la ría no es tan salada y las corrientes hacen que «sea muy poco probable que las carabelas aparezcan».