El concejo maliayo podría llegar a ampliar su oferta de plazas turísticas con un dos nuevos proyectos que empiezan a dar sus primeros pasos para asentarse en Villaviciosa. Se trata de dos campings, uno en la zona de Argüero y otro en Quintueles, en el ... límite con la parroquia de Quintes.
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El primero ya ha entrado en fase de estudio de impacto ambiental. El promotor de esta iniciativa, Sabino Fernández Morís, ha presentado un proyecto, firmado por Apilánez y Mortera, que plantea un gran camping en San Feliz, de primera categoría; es decir con categoría tres tiendas y cuatro estrellas verdes.
El coste de sacar adelante esta iniciativa está estimado en 638.000 euros. Con esa inversión, el promotor prevé sobre una parcela de poco más 11.300 metros cuadrados levantar el campamento, en un lugar donde ya existen, además, dos piscinas desde hace seis años. Su idea es habilitar 36 parcelas de acampada (boxes), con capacidad cada una de ellas para cuatro personas, y tres bungalows, con el mismo aforo. Así, la capacidad máxima del recinto sería de 156 personas.
Asimismo, dentro del proyecto se propone construir un edificio auxiliar, con duchas, servicios y lavandería. Y otro inmueble que se destinaría a recepción, bar-restaurante, tienda y espacio para reuniones. El acceso a la parcela se realiza a través de una carretera de titularidad municipal asfaltada que se encuentra a una distancia de 10,4 kilómetros de la capital de Villaviciosa. Y por las dimensiones de la instalación solicitada se calcula que la densidad máxima de vehículos sería de 39, recoge el documento. «Teniendo en cuenta la estacionalidad de la actividad y el hecho de que se produce de manera dispersa en el tiempo no cabe esperar grandes aglomeraciones puntuales de tráfico que pudiesen alterar la vida de los habitantes del entorno», añade el texto presentado a consulta ambiental.
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El emplazamiento, describe, está ubicado en una zona relativamente cercana en distancias y tiempos de desplazamiento a poblaciones de entidad, lo que «justifica su atractivo y viabilidad económica». A la vez, sostiene el promotor en su documento, se enclava en una zona de «baja-media densidad de población, donde la actividad humana de tipo agrícola-ganadera ejerce una incidencia armónica sobre el medio natural».
También sostiene que la «tipología de la población en la zona es cada vez más de tipo residencial», tanto de segunda vivienda como cada vez «más frecuentemente de primera residencia» por el teletrabajo.
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En cuanto al camping, la zona de acampada tendrá una superficie de 3.084 metros cuadrados, de los cuales 2.572 se corresponden con las tiendas de campaña y 512 con los bungalows.
Las edificaciones ocuparán 496 metros cuadrados, de los que 133 se destinarán al edificio de recepción, bar y tienda. Los viales interiores y aparcamientos se desarrollarán sobre 2.378 metros cuadrados. Y se habilitará un perímetro vegetal de protección, que ocupará 1.498 metros cuadrados. Además, se crearán más zonas verdes.
El segundo proyecto aspira a sacar adelante un campamento turístico de segunda categoría, que quedaría ubicado en Quintueles, en una parcela de 7.527 metros cuadrados en Cazamula. El camping quedaría distribuido, en este caso, de la siguiente manera. Contaría con una zona de acceso y aparcamiento para los usuarios. Además de varias edificaciones exentas en planta única. Una, el edificio de recepción, tienda y cafetería, con aseo para minusválidos y un cuarto abierto de instalaciones de energía renovables. Otras edificaciones serían los módulos de cinco aseos individualizados, con lavabo, ducha e inodoro, además de otro módulo al aire libre que acogerá dos fregaderos y un lavadero. Habrá doce parcelas de acampada con capacidad máxima de cuatro personas cada una de ellas; es decir, 48 plazas.
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Se propone, detalla, la memoria de estudio de evaluación de impacto ambiental, redactada por Merino Ingenieros, una intervención lo menos agresiva posible desde todos los puntos de vista. Así, se detalla que las edificaciones se plantean como elementos exentos «a modo de esculturas dispersas en el paisaje de poco impacto visual y ambiental». Y se apunta que la idea es usar materiales y elementos prefabricados que además de facilitar su montaje y puesta en funcionamiento sean poco agresivos con el entorno. La propuesta incluye materiales pétreos para los caminos, viales y aparcamientos y el uso de vegetación y ajardinamiento para la mayor parte de la parcela.
También se hace incidencia, en la citada memoria, en que aunque será necesario el enganche al abastecimiento eléctrico y de agua potable, la idea es utilizar energías alternativas, como la aerotermia para el abastecimiento de ACS y la energía solar fotovoltaica en el alumbrado interior de viales y entorno. Las aguas residuales se canalizarán y conducirán por circuito estanco a una fosa séptica de oxidación total garantizando que no se vierta nada sin depurar al ecosistema, plantea la memoria realizada a petición de Ángel López-Urrutia, que acaba de solicitar que se inicie el procedimiento de evaluación ambiental.
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