Vía libre a que la planta de reciclado de enseres se ubique en Siero

Ahora, tras contar con esos informes, la propuesta que elevará la gerencia de Cogersa planteará la compra el edificio, que se encuentra en estado ruinoso, propiedad de la empresa Promogrado. Sólo la compra del inmueble costará 1.845.000 euros, sin IVA. El informe que el SERPA realiza sobre la valoración del inmueble cifra la misma en 1.920.012 euros.

Después, habrá que acometer una amplia reforma para que el edificio pueda acoger el proyecto de Cogersa. Unas obras que ascenderían a la cantidad de 4.377.922 euros (IVA incluido), según recoge el informe encargado por el Principado.

«El edificio no representa un riesgo estructural», sostiene ese informe, aunque sí se recomienda una «pronta actuación que evite un futuro deterioro y empeoramiento de sus elementos». A pesar de ese buen estado del que habla, sí recomienda acometer distintas reparaciones para dejar la estructura en un estado que califica de óptimo. El informe, emitido por Ingenieros Asesores de la Construcción S. L., achaca al «abandono y al vandalismo» el que califica como mal estado de conservación, aunque apunta que «con una sencillas labores de reparación se podría dejar en perfecto estado para su función».

Según la documentación que maneja el principado esas labores incluirían una limpieza de las superficies de la estructura, retirando los residuos acumulados en el exterior, además de desbrozando la vegetación. También se plantea la necesidad de aplicar pintura anticarbonatación, así como una protección anticorrosiva. Y lógicamente habrá que reparar los elementos constructivos dañados, como los nervios de forjados, paños y bovedillas, entre otras medidas. Al edificio, construido en 1981 con diseño, con forma circular, del arquitecto Francisco Javier Blanco, se le puso fin a su actividad en julio de 2012. Ahora, empezará una nueva vida.

El nuevo equipamiento se dedicará a la recepción de residuos, fundamentalmente textiles, de aparatos eléctricos y electrónicos, muebles y enseres, su preparación para la reutilización (PxR) y la posterior venta de objetos de segunda mano. Asimismo, se prevé que disponga de una zona para la autorreparación e incluso de un espacio dedicado a la educación para el consumo responsable y la economía circular.