«A ver si el Pitufo Gruñón anima a la gente a venir a Lugones»

María Ángeles Sierra y Benito Sierra llegaban ayer de paseo desde su casa en Lugones. Se enteraron del la llegada del pitufo tras su llamada de su hijo desde Valencia. No lo dudaron y acudieron a hacerse una fotografía con el personaje: «Nos encanta y es diferente. Está muy bien». Tanto ha gustado el Pitufo Gruñón que ya hay quien pide facilidades para poder acercarse. Lo explica la familia Sierra: para acceder a la rotonda «hay que esperar a que pasen los coches, se podía poner un paso de cebra para cruzar seguros».

Desde Lugo de Llanera acudió la familia Gabarri Jiménez. «Trabajo en la zona y las compañeras me dijeron que ya estaba puesto y nos venimos a hacer una foto», explicaba Victoria, la madre. Tuvieron que esperar unos minutos para que su hija Indara pudiese acercarse mientras el padre, Luis, inmortalizaba el momento. El joven Ángel Sanz, de Lugones, no quiso dejar pasar la ocasión de fotografiarse con él: «Me gusta, espero que anime a la gente a venir a Lugones».

Mientras, la rotonda se iba llenando de vecinos y visitantes para hacerse una foto con la gran criatura azul y la circulación en la rotonda se ralentizaba ya que desde el interior de los vehículos se pedía al conductor que redujese la marcha para poder hacer fotos del pitufo.

El Pitufo Gruñón de Lugones cumple a la perfección su cometido: sacar un sonrisa a la gente, y al mismo tiempo atraer a un gran número de visitantes a ver la imponente figura.