Los vecinos de Siero se movilizan para contar con iluminación navideña

Este es el caso de los casi treinta comerciantes de las calles Enrique II, Martín de Lugones y Conde Santa Bárbara, que se han organizado, aportando cincuenta euros cada uno y solicitando la subvención del Ayuntamiento, para llevar la luz a sus calles.

La Asociación Comercio Local de Siero -que normalmente se encargaba de la decoración navideña- anunció a principios de noviembre su negativa a gestionar la colocación de las luces en la Pola. Sin embargo, ante el hecho de que se habían quedado sin luces, han acabado asumiendo esta labor. Así, se pusieron en contacto con la empresa La Unión, que se encargó de la colocación y encendido, que tuvo luce ya desde el miércoles.

Cada arco cuesta 250 euros y el Ayuntamiento de Siero pagará el 50% de los gastos. «La empresa le facturará directamente la mitad más IVA y a nosotros la otra mitad», explicó una de las comerciantes, Flor Llorián .

Ahora, les toca «ir viendo» si mereció la pena: «Dicen que gracias a la iluminación de las calles venderemos más, ya que cuanto más volumen de gente se mueva, más posibilidades tienes de vender. Ojalá sea así».

Lugones también brillará por Navidad. Hoy a las 18.30 se producirá el encendido de luces, gestionadas, por segunda vez consecutiva, por la Asociación de la Cabalgata de Lugones. Su presidente, Roberto Nicolás, aseguró que, principalmente, asumieron la tarea «por los niños».

«Esperamos al último momento, pero nadie se presentó a la subvención para gestionarlas así que decidimos hacerlos nosotros otro año más para que hubiese alumbrado navideño en Lugones», indicó Nicolás.

La empresa elegida para la instalación fue Germán Vizcaíno, ya habitual en el concejo. «La entidad nos dio el presupuesto, se lo presentamos al Ayuntamiento y financió el total del proyecto porque cumplimos con los requisitos de número de habitantes, de comercios existentes y de luces que se colocan». Tras concurrir a la convocatoria de la subvención y tratar con el Ayuntamiento, la asociación dejó la labor en manos de la empresa de iluminación, que distribuyó las luces a su gusto.