«Trabajar con la sidra se lleva en los genes»

Más de 120 asistentes, entre autoridades y personalidades, se reunieron ayer en el inmenso llagar Trabanco, ubicado en Sariego, para rendir homenaje a nada menos que a nueve mujeres en una gala solidaria en favor de la asociación Galbán, que lleva más de veinte años acompañando a niños con cáncer y sus familias.

El sector de la sidra «siempre fue masculino», lamenta la organizadora, que pensó en todas las mujeres de su casa «que no tenían descanso y ocuparon un papel secundario» y a las que quiso dar visibilidad.

Una de las más especiales homenajeadas fue Gela Valdés, cosechera de Lavandera, con tan solo quince años comenzó a trabajar en el llagar de Trabanco. Está a punto de cumplir los 100 y el maestro llagarero Samuel Trabanco recordó emocionado los momentos en los que tenía dos casas: «La de mi madre donde vivía y la de Gela donde dormía». Trabanco recordó que «esta a punto de ocurrir algo impresionante en la aldea», está a punto de corcharse la primera sidra del año. Y es que, durante la gala, los asistentes pudieron probar esa Sidra Sobre la Madre, protagonista y la primera de la temporada.

La Madre de la Sidra Honorífica de esta edición fue Yolanda Lobo, referente en el ocio nocturno de Oviedo y fundadora de la Santa Sebe. Lobo se mostró «muy sorprendida» al recibir la noticia, pero «muy emocionada y muy honrada» aunque también con cierto sentimiento de responsabilidad.

María Elsa García y Margarita Valiente, suegra y nuera de la sidrería La Figal (Cuenca) tampoco se esperaban este premio y es que, por primera vez Sidra Trabanco otorga este reconocimiento a mujeres con negocio fuera de Asturias. García introdujo la sidra en la ciudad, «que al principio no gustó, pero ya está integrada». Su nuera ha continuado con el negocio familiar, «y ahora tenemos un trocito de Asturias en Cuenca», expresó.

También fue homenajeada Cristina Buznego, junto a su hija Rosa Palicio, que abrió en Tellego, su pueblo natal, Casa Cristina y la convirtió en la «casa de todos». Buznego es la nieta de la mujer que es imagen de la campaña de Sidra Sobre la Madre de Trabanco. «Es un negocio que se lleva en los genes», dijo Palicio.

También madre e hija son las premiadas María Luisa Suárez y María Luisa Martínez, alma de la sidrería Tírate al Matu (Gijón), que forman parte de una familia en la que la sidra va más allá del negocio ya que en la casa de sus antepasados también hubo llagar y pomaradas.

María del Mar Blanco González, de Llagar de Titi (Granda), es otra de las galardonadas y en su cocina siempre ha estado al pie del cañón, siendo parte indiscutible del éxito del restaurante. También es fundadora Carolina Fernández, que abrió junto a su familia un referente hotelero del occidente, el Apartahotel El Meriel, en Somiedo, que ahora llevan sus hijos.

Todas estas mujeres recibieron ayer su reconocimiento por una vida dedicada a la sidra y por su esfuerzo y creencia de que, en palabras de Carmen Moriyón, alcaldesa de Gijón que también estuvo presente en el acto, «les correspondía el mismo lugar que sus iguales».