El Sipla pide al alcalde de Siero que aparte de sus funciones cautelarmente al jefe de policía

«Respetamos la presunción de inocencia hasta que haya una sentencia firme, pero hay indicios racionales evidentes de criminalidad, ya que la Fiscalía le imputa el delito de acoso, así como que el Juzgado de Instrucción número 4 de Siero dio traslado al Juzgado de lo Penal para iniciar vista oral», se asegura desde el sindicato policial. «Si se aplica el sentido común, lo normal es apartarlo del cargo, no se trata de meras conjeturas. Nos llama poderosamente la razón que el regidor haya apartado a tres jefes por pérdida de confianza cuando tenían un historial intachable, y nos extraña que mantenga la confianza en él».

De haber sentencia condenatoria, advierte el Sipla, tendrá que ser Ángel García «quien tenga dar que las pertinentes explicaciones de su decisión por mantenerlo en este puesto. El alcalde parece que, de este modo, sigue permitiendo el hostigamiento a los funcionarios del cuerpo. Y está muy contento con su forma de proceder». No se pide una suspensión total; «que siga con su sueldo, pero que no tenga mando hasta que se esclarezca todo».

Desde el sindicato de la policía se muestran también alarmados por los argumentos de la defensa del jefe del cuerpo para pedir la libre absolución. Según el escrito de calificación de esta parte –que está representada por el abogado Luis Tuero–, se hace especial hincapié en la situación interna de «guerra sindical». «Parece que la ansiedad que refiere el denunciante tiene realmente origen en el clima generalizado de crispación y enfrentamiento de un sector de la Policía Local (integrado por agentes pertenecientes al Sipla, como es el caso del propio demandante) contra el Ayuntamiento y contra su alcalde, así como por el propio enfrentamiento interno que existe entre los agentes afiliados al Sipla y los del CSIF, sindicato este último al que pertenece el acusado», se expone en el citado texto.

Los delegados del Sipla en Siero niegan este argumento y se rechaza también que se dé a entender, en ese mismo escrito de la defensa, que la denuncia sea una venganza ante una reclamación previa del actual jefe ante la Fiscalía por la defectuosa confección previa de los cuadrantes de servicios señalando, entonces, que ciertos agentes, al parecer, se beneficiaban económicamente por el elevado número de horas extras que hacían por el descontrol existente, en alusión a afiliados al Sipla. «Se lleva cuatro años lanzando esa acusación, también desde el Ayuntamiento, y es totalmente falsa. Se archivó. Animo al alcalde a que acuda a los tribunales si tiene constancia de ilegalidad alguna. Es su obligación».

Se asegura desde el Sipla que este hecho –que llega al Juzgado de lo Penal número 2 de Oviedo– no es el único existente. Ya hay otro procedimiento iniciado por este mismo delito tras la denuncia de un segundo funcionario; un tercero, se adelanta, ya ha puesto también su asunto en manos de los servicios jurídicos del Sipla para dar traslado a los tribunales. «En el Ayuntamiento, a través del registro, hay constancia de las numerosas denuncias de agentes y mandos denunciando este acoso; y el alcalde es el jefe orgánico del cuerpo y está haciendo caso omiso a este tipo de situaciones», se afirmó.