Accidentada tala de un enorme árbol en Pola de Siero: cae, golpea a otro y revienta una tubería de agua

El plan inicial era talar los seis plátanos de la calle Celleruelo; justo en el lugar en el que se encuentran estaba prevista la nueva acera dentro de las obras de reurbanización y mejora del acceso a Pola de Siero desde la carretera de Ferrera –que, a su vez, conecta con la autovía minera–. Pero la presión ciudadana –que no la de los vecinos de los edificios anexos, que estaban a favor de su retirada– forzó a cambiar el proyecto inicial y fueron indultados casi todos. Sólo uno debía ser retirado para respetar el ancho de la acera, cuyo recorrido se ha visto desplazado.

Y este lunes se procedió a la tala de este plátano que muchos vecinos dicen ser centenario. «Siempre los he visto ahí». Una operación que algunos han calificado de «chapucera» y que ha sido bastante accidentada. «Los trabajadores han corrido peligro». Todo comenzó con la retirada de tierra alrededor del tronco. Una enorme excavadora, con la pala, tiró el árbol mientras otra trataba de detener la caída; al final, cayó sobre otro y, luego, al suelo, reventando una tubería de agua. Todo bajo la atónita mirada de los vecinos de la zona.

Uno de los colectivos que se opone a la tala de todos los árboles es la Coordinadora Ecologista de Asturias: «Una ciudad con una infraestructura verde bien planificada y bien administrada se vuelve más resistente, sostenible y equitativa en términos de nutrición y seguridad alimentaria, alivio de la pobreza, mejora de los medios de vida, mitigación y adaptación al cambio climático, reducción del riesgo de desastres y conservación de los ecosistemas».

Los servicios municipales, antes de iniciar las obras, consultaron a los residentes de los edificios anexos; estaban a favor de su retirada porque eran un foco de suciedad.

Las obras de mejora del acceso a Pola de Siero desde la autovía minera comenzaron a mediados del pasado octubre. Se trata de una ambiciosa actuación municipal que contempla más de 1,7 millones de euros de inversión. Un proyecto que también incluye la colocación del primer radar de control de velocidad de la villa, ya que la calzada está limitada a 30 kilómetros por hora. Desde el equipo de gobierno local (PSOE) se ha destacado que hay datos que indican que en este tramo se supera esa velocidad, y con esta herramienta se busca un efecto disuasorio. De hecho, los cinemómetros que ya están instalados en Lugones están bien señalizados y sólo denuncian si se superan los 50 kilómetros por hora. La ciudadanía sabrá con antelación dónde estará ubicado y cuándo comenzará a funcionar el radar de La Pola; por ello, se plantea realizar una experiencia piloto en la que, durante el primer mes, no se tramiten sanciones y únicamente se envíen notas informativas.

Para las obras de mejora en sí –se trata de una primera fase– resta un plazo de ejecución de poco más de diez meses, por lo que se espera que

estén culminadas en agosto. La actuación supondrá la renovación integral de un tramo de la calle Celleruelo, desde su inicio hasta la glorieta del Camino de Santiago; otro de la carretera a Ferrera y su entronque con la avenida de Noreña, así como la glorieta que conecta con la avenida Quico Lemus. Se renovarán 575 metros de calles, además de la rotonda. Con esta intervención se pretende mejorar la movilidad y la accesibilidad en la entrada y salida de La Pola por el noroeste.

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