El SIPLA, sobre el alcalde de Siero: «Le sobra lengua para criticar a los policías locales, pero le falta valentía para ser como ellos»

El SIPLA ratificó la información adelantada por EL COMERCIO: que los dos agentes que estaban realizando el servicio con el vehículo radar se encontraban realizando un servicio de emergencia, como así consta en el informe que realizaron y del que el alcalde es conocedor».

«Lamentamos y sentimos vergüenza ajena del comportamiento del alcalde de Siero, ampliando su extenso currículo repleto de ilegalidades, irregularidades y comportamientos incívicos impropios de un regidor», apuntaron desde la formación sindical.

«Le sobra lengua para criticar a la Policía Local, pero le falta valentía para ser como ellos», criticaron desde el SIPLA.

Fuentes policiales indicaron que los agentes habían recibido el aviso de que un perro de grandes dimensiones andaba suelto y que era preciso atraparlo para evitar accidentes. El alcalde, este martes, hizo mofa del motivo dado. «Lo que es noticia es que algún agente de SIPLA estuviera en un servicio de emergencia». Sobre el perro: «¿Dijeron eso de verdad? ¿Y corre a 59 kilómetros por hora? Sí, la verdad que perseguir a ese animal por la avenida de Viella a esa velocidad es bastante habitual, los veo todos los días corriendo detrás de perros», dijo riendo.

En este contexto, el alcalde quiso felicitar a la Guardia Civil y a los efectivos del regimiento Cabo Noval, «que ahí están, sin rechistar; imagínense que mando a los policías a Valencia, a trabajar allí ayudando a las personas en una situación tan crítica; pues algunos de ellos, no todos, que están todo el día denunciándome y quejándose, pues dirían que están de descanso, que tienen días sindicales o que los medios no son los suficientes».

Esta nueva escalada comenzó el pasado mes con las sanciones a tres agentes del SIPLA por aparcar mal frente a las dependencias policiales de La Pola. Después, fue multado el coche del alcalde, de Alcaldía y de Urbanismo por estar ante el Ayuntamiento.

«Esto es una venganza; es acoso y una persecución», se decía desde el sindicato tras interponer el jefe en funciones las citadas tres sanciones. El alcalde, posteriormente, negó estas acusaciones.