Un sidru yerbatu inicia la reconquista de la tradición

Sonaron, y mucho, los cencerros. Y las risas inundaron la plaza de la iglesia de San Julián de Bimenes. Les mazcaraes de invierno de Valdesoto volvía ayer a San Julián de Bimenes. Desembarcó en el concejo yerbatu en 2019 y ya es una cita ineludible.

Bimenes es otro de los lugares en los que esta tradición cobra importancia ya que forma parte de su historia, por lo que además de aplaudir la recuperación que de la misma se hizo en Valdesoto, en este concejo también se apoyó acogiendo un domingo de Sidros y Comedies. Ayer volvieron los sidros a San Julian, un regreso ilusionante ya que esta ocasión uno de los sidros «ye yerbatu», destacaba emocionado el alcalde de Bimenes, Aitor García. Sobre la posibilidad de contar con sidros propios en un futuro cercado, el regidor incidía en que a pesar de que «Bimenes ye un concejo pequeño, lo que nos proponemos lo sacamos adelante». Dejando entrever que en años sucesivos los yerbatos recuperarán la tradición de los domingos de sidros con personajes propios

«Ver a los sidros hacer travesuras y la puesta al día de la política en clave de humor es un atractivo bueno, da gusto ver el pueblo con tanta gente», aseveraba el regidor.

Al incansable ritmo de los cencerros y los brincos, los personajes tradicionales comenzaron a hacer diabluras muy pronto, tirando vallas y moviendo contenedores de sitio. A su llegada a la plaza de la iglesia siguieron juguetones e hicieron de las suyas entre los allí presentes, despeinando a mujeres y niños, cogiendo patinetes de los más pequeños para hacer recorridos entre el numerosos público. Tirones de orejas, sacar la lengua, peleas de varas y juegos con los sombreros fueron otras de sus múltiples jugarretas.

El presidente del Principado, Adrián Barbón, asistía ayer como público a la celebración del Domingu de Sidros y Comedies, una fiesta tradicional asturiana que forma parte de les mazcaraes de invierno. Y no se libró de las bromas de los sidros, que le colocaron un sombrero de paja, le subieron y bajaron los cuellos de la chaqueta e incluso simularon una pelea que terminó con uno de estos personajes por el suelo.

«No pude estar en Valdesoto, así que no podía faltar en Bimenes ya que estes mazcaraes de invierno representan nuestra identidad, el asturianismo y la cultura que siempre reivindico, que hay que proteger y cultivar», remarcó.

Barbón destacó la labor de las asociaciones que recuperaron esta fiesta, «un día para la alegría, para el humor y la crítica, que a los políticos nos viene muy bien para darnos cuenta de que no siempre acertamos; tenemos que estar a pie de calle para aprender de esos errores». Su intención es acudir cada año a una de las dos citas de los sidros: «Es importante que los asturianos conozcan a los sidros y les comedies. A los políticos además nos viene muy bien para ser conscientes de que cometemos errores, como nos recuerdan en la comedia»

Atento como el resto del público asistió a la representación de Les Comedies a cargo de los grupos Xuventú y el de adultos de la Asociación El Cencerru, encargada de la organización y de la representación teatral y artífice de la recuperación de la tradición.

Los jóvenes llevaron a San Julián los problemas de su pueblo: Valdesoto, pero los adultos ya curtidos en las lides teatrales hicieron guiños a algunos de los episodios mas polémicos del concejo yerbato. No faltó un recuerdo al desencuentro que hubo en la toma de posesión del regidor con un militante socialista ovetense y tampoco una referencia a la escasa circulación de la Y de Bimenes, carretera que tuvo un coste de millones y por la que apenas transitan vehículos, innovaciones que introdujo en el texto '¿De qué facemos la comedia?' José Ramón Oliva. La guerra en Oriente Medio y el incremento del precio del aceite de oliva fueron otros de los temas tratados en la comedia.

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