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«Tendrá que pagarla como cualquier ciudadano». El alcalde de Siero, el socialista Ángel García, 'Cepi', se refería a la sanción interpuesta al conductor del coche radar de la DGT, que es un policía local del concejo. «La abonará como cuando las pago ... yo cuando me sancionan», dijo el regidor, confesando que a él también le ha 'cazado' uno de los radares de control de velocidad de Gijón. «Y punto, y no pasa nada, es una cuestión del día a día de quien está siempre al volante».
'Cepi', sobre la sanción al policía municipal –que casi duplicó la velocidad permitida, tal y como informó EL COMERCIO–, aseguró que el funcionario ya está identificado y tendrá que pagar la multa, que es de 300 euros –150 por pronto pago–, y se le retirarán dos puntos del carné de conducir. «Lo que está claro es que Epi y Blas están haciendo un gran trabajo a favor de los intereses de este Ayuntamiento; ha sido un acierto contratarlos», añadió con sarcasmo.
No quiso revelar la afiliación del agente sancionado; pero el regidor mantiene una guerra abierta con los funcionarios que forman parte del Sindicato Independiente de la Policía Local de Asturias (SIPLA).
La disputa estalló después de que este diario informara de que, el viernes 28 de octubre, tres coches particulares de funcionarios fueron multados por estacionar de forma indebida en una zona frente a las dependencias del cuerpo en La Pola. Después, el jueves 24 del mes pasado, multaron el coche del regidor, el de Alcaldía y uno de Urbanismo por estar aparcados frente al Ayuntamiento. ¿El motivo? La última orden dada por el jefe en funciones, que indica que los agentes deben controlar las zonas de estacionamiento prohibido, excepto para vehículos municipales. «Se recuerda que los vehículos con tales características deben figurar en el registro de la DGT como de titularidad del Ayuntamiento de Siero». Y muchos de ellos son de renting.
El alcalde, al día siguiente, se refirió a las sanciones impuestas a los vehículos municipales estacionados frente al Ayuntamiento, algunos de ellos incluso rotulados. «No saben diferenciar entre un servicio municipal y uno privado. Creen estar por encima del bien y del mal, y actúan de una manera próxima a la prevaricación y al abuso de autoridad. Los coches de servicios públicos no tienen por qué estar registrados a nombre del Ayuntamiento», aclaró 'Cepi'. Para reforzar su crítica hacia los policías locales, recurrió al sarcasmo: de una bolsa sacó dos peluches de Barrio Sésamo, el popular programa infantil de los años 80. «Como tienen esa confusión, hemos 'contratado' a dos personas para que les den a estos individuos un cursillo sobre nociones básicas de dónde pueden o no aparcar los ciudadanos. Han llegado hoy Epi y Blas para explicar a estos fenómenos lo que es un servicio público y uno particular».
El alcalde de Siero insiste en que el agente que duplicó el límite de velocidad de Lugones –30 kilómetros por hora– será sancionado. Pero fuentes del cuerpo aseguran a EL COMERCIO que el funcionario y su compañero estaban realizando una actuación: habían recibido el aviso de que un perro de grandes dimensiones andaba suelto y que era preciso atraparlo para evitar accidentes. «Claro que se superó la velocidad», se afirma, como en otros servicios de emergencia. Se indica que hay un informe sobre esta actuación que fue remitido al jefe en funciones y se incide en el hecho de que nunca se debería haber tramitado.
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