Néstor Díaz, de 14 años, se reivindica como el gran heredero de la tonada

Néstor lleva despuntando desde que tenía ocho años y su interpretación de ayer encandiló al respetable, que ya lo ve como un futuro as de la tonada. Y es que este joven, que canta fuera de concurso, controla la potencia de sus cuerdas vocales, afina adecuadamente, vocaliza y domina el escenario. Lo demostró como si cantar fuese algo sencillo, interpretando ‘Tengo de subir al puertu’ y ‘Vaqueira’. Hubo unanimidad a la hora de premiarle con dos interminables aplausos que lo coronan como el gran heredero de la buena tonada.

La primera semifinal se desarrolló al nivel de la mejor de las finales. Haciendo sufrir a un jurado que se está encontrando con elevadas calidades en las interpretaciones . Así lo evidenciaron las actuaciones de Alicia Villanueva, que se lució con ‘Escurecióme nel monte’, con la que además de demostrar su dominio de la voz mostró un respeto a la gaita con silencios muy cuidados. Pero fue en su segunda interpretación, a capela, cuando la joven yerbata enmudeció a los presentes con ‘Arboleda bien plantada’. Hizo que los pies del público se moviesen inconscientemente a su son. Villanueva engrandeció ayer a la canción asturiana.

El altísimo nivel lo mantuvo un vecino suyo. Con una fuerza vocal controlada y de buen gusto, presentó su forme candidatura a estar en la final Carlos Velasco Montes, que comenzó con una vaqueirada, ‘Homenaxe a Pepe Pantuxu’, en la que además demostró su dominio del pandero cuadrado. El de Bimenes llegó incluso a subir el nivel interpretando a capela ‘Soi pastor’ y a la gaita acompañado de Fuente ‘Cuando yo salí d’Asturies’.

Grandes fueron también las interpretaciones de Sergio Menéndez, de Gijón; Raúl Díaz, de San Martín del Rey Aurelio; y la gijonesa Piedad García. Y a su vera dominaron el escenario con sus voces Abel Noriega, Ángel Mirantes y Manuel Sañudo.

Pero si ayer hubo un protagonista en esta primera semifinal fue sin duda José Manuel García Martín, natural del concejo de Siero, quien durante décadas fue «una de las grandes voces de la tonada asturiana», como recordaba Valentín Fuente presidente de Asociación de Folclore Amigos de la Tradición. García se subió al escenario acompañado de su mujer, María Teresa Antuña, para recibir el calor de un agradecido público, en el que estaba su hija y su nieta.

El concurso de Siero reconocía ayer con este homenaje además de su exitosa carrera, su contribución a la conservación del patrimonio cultural. García ha realizado durante veinte años un intenso trabajo en el Hogar de Pensionistas de El Berrón, donde también puso voz a su coro.

García recuerda de su amplia trayectoria con especial cariño su victoria en Gijón, en el concurso patrocinado por EL COMERCIO, como recordaba ayer durante su homenaje. En la actualidad disfruta siguiendo las nuevas voces que van saliendo y echa en falta que el repertorio de la canción asturiana «no siga creciendo, cantan las mismas canciones que yo», en su recuerdo sus interpretaciones ‘Carromateros’.