Grado se une en silencio para apoyar a la madre y hermanos del menor muerto tras caer por el balcón

Dolor y consternación. Grado vivió uno de sus lunes más negros. La plaza del Ayuntamiento acogió una concentración en la que numerosos vecinos se unieron para participar en un respetuoso y sentido silencio. ¿El motivo? Arropar a la madre del niño de 13 años fallecido este sábado tras precipitarse desde el balcón de su casa en la mañana del jueves. Un silencio roto por los llantos de su madre, que en algunos momentos no fue capaz de contenerlos. También los compañeros de clase del menor se mostraban desconsolados. Profesores y progenitores reconocen que desde que conocieron la noticia del accidente «están destrozados» y la constatación de la muerte de su compañero «fue un mazazo para todos, muchos iban con él desde el colegio».

El llamamiento realizado desde el Ayuntamiento para apoyar a la familia, con la mayoría de la corporación presente en el acto, congregó a más de doscientas personas, que acudieron al minuto de silencio, que se prolongó varios minutos más, en recuerdo del pequeño.

La madre del niño, permaneció sentada en un banco y rodeada de familiares y amigas, derrotada y sin fuerzas para seguir la concentración de pie, le llegaron los abrazos respetuosos de decenas de personas que se acercaron a consolarla. Se rompió con la llegada de los niños de los diferentes centros educativos de Grado, y en especial cuando apareció su hijo menor arropado por sus compañeros, con el que se fundió en un abrazo. Su otra hija, de corta edad, no acudió al acto. Otro de los momentos especialmente emotivo fue cuando apareció el director del IES César Rodríguez, donde estudiaba el menor fallecido. Tras él, los compañeros de la víctima, que le entregaron un ramo de flores blancas a la desconsolada madre. A continuación, Cristina Coalla, teniente de alcalde, leyó un manifiesto condenando los comentarios racistas vertidos en los últimos días en redes sociales, sentir al que se unieron muchos de los presentes. Algunos vecinos y conocidos fueron progresivamente acercándose a consolar a la madre y mostrarle sus condolencias y su apoyo. Tras el acto, rota de dolor y apoyada en varias amigas, la madre del menor fallecido abandonó la plaza y todos los presentes se unieron en un sonoro aplauso.

En un segundo plano se encontraba el padre del joven, que está separado de su madre, y que al finalizar la concentración silenciosa recibió el abrazo de su hijo menor y el apoyo de muchos vecinos.

Mientras Grado se recupera de este terrible desenlace, el Área de Delitos contra las Personas de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Asturias trabaja en la investigación del suceso.

Las pruebas recabadas, así como las declaraciones realizadas por vecinos y personas que se encontraban cerca del lugar del suceso, dejan claro que el niño se precipitó desde un pequeño balcón de su domicilio, donde estaba colgada una manta que no llegó a caer. Un obrero avistó al pequeño sólo unos segundos colgado de la alta barandilla del balcón, desde la que caería a la acera, junto al portal del edificio.

La única versión conocida es la ofrecida por la niña que se encontraba con él en el piso. Se la dio a unos vecinos, a cuya puerta llamó pidiendo ayuda, según relataron a EL COMERCIO. Estos vieron, «al abrir la puerta, que estaba ensangrentada y nos dijo que habían discutido y que la había atacado con un cuchillo». Su amigo ya había caído al suelo.

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