Asesinato en Asturias
La Guardia Civil busca en bandas rivales a los asesinos del panameño acribillado a tiros en Llanera

Los investigadores analizan los casquillos de las balas del crimen para determinar si el arma se ha usado en más delitos. La víctima acudió desde Andalucía a Asturias para declarar en un juicio

Olaya Suárez, Susana Neira y Alejandro Fuente

Gijón | Oviedo

Martes, 28 de enero 2025, 07:03

Los investigadores de la Guardia Civil tienen que buscar en los bajos fondos del mundo de la droga a los autores de la muerte a tiros del panameño Emiliano B. R., de 43 años, quien fue acribillado a tiros en la madrugada del pasado ... domingo tras caer en una emboscada en Lugo de Llanera. Fue la delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, quien este lunes confirmó que el móvil del asesinato fue un ajuste de cuentas entre traficantes. «Se están destinando todos los recursos a dar con las personas que cometieron el crimen. La investigación va a buen ritmo y esperamos que en los próximos días pueda tener sus frutos», dijo en un acto de la Policía Nacional en Oviedo.

La víctima había residido en Asturias, concretamente en Lugones; contaba con antecedentes y en 2010 fue detenida por traficar con cocaína. Esto lo compaginaba con labores de portero en clubes de alterne del conocido clan de los Sandulache, dos hermanos que fueron condenados a más de cincuenta años de cárcel por captar mujeres en su país de origen, Rumanía, para que ejercieran la prostitución. Uno de ellos, Cristian –condenado a 55 años– se quitó la vida el pasado septiembre en la prisión de Córdoba en la que cumplía condena. Emiliano daba el perfil para controlar al acceso de este tipo de locales; era un hombre muy corpulento, pesaba más de cien kilos y medía casi dos metros de altura. De hecho, varias personas tuvieron que participar en el levantamiento del cadáver.

Pero ya hacía tiempo que se había refugiado en el sur de España. Entonces, ¿qué hacía de nuevo en Asturias? Emiliano había regresado el pasado miércoles porque había sido declarado a citar como testigo en un juicio al día siguiente.

El sábado regresó a la localidad donde había residido, a Lugones. Allí estuvo en un bar frecuentado por latinos. Se sospecha que pudo haber un encontronazo con personas vinculadas a ese mundo de la droga. Y se marchó del lugar en su coche.

Emboscada mortal

Hizo ese último trayecto hasta la cercana población de Lugo de Llanera, donde se detuvo y estuvo en otro establecimiento hostelero. Las primeras hipótesis determinan que lo siguieron en otro vehículo blanco, según los testigos del suceso. En el intervalo de tiempo que estuvo en el local, su o sus perseguidores le tendieron una trampa: le rajaron las ruedas del coche y quedaron al acecho. Emiliano regresó a su turismo, lo arrancó e inició recorrido por la carretera regional AS-374, saliendo de la localidad. No circuló mucho camino, se detuvo para ver qué es lo que le ocurría a su vehículo en el punto kilométrico 2,9, a escasos 200 metros del centro urbano y al lado de las vías del tren de Renfe.

Fue poco antes de las 00.30 horas del ya domingo. Los vecinos de la zona escucharon hasta cuatro detonaciones, «como petardazos». En el momento en el que Emiliano se bajó del coche, se acercó el otro vehículo blanco y le acribillaron a balazos, a muy poca distancia, a quemarropa.

En la escena del crimen quedaron los casquillos de las balas. Fueron encontrados tras la primera inspección ocular de la zona. La Guardia Civil los va a analizar para determinar si el arma, una pistola, ha podido ser usada en otros delitos. En la zona también hay una cámara de vigilancia que enfoca directamente a la zona del tiroteo.