«La gestión de las viviendas de Pumarabule es un muy mal ejemplo de gestión pública»

Los propietarios de viviendas en la barriada de Pumarabule aquejadas de grietas por un problema estructural en los cimientos se sienten decepcionados con las instituciones que no les dan una solución. Son quienes tenían que haber recibido esos pisos. Ayer ese largo camino de peticiones dio un paso hacia una posible solución. Así lo entienden los vecinos. Su portavoz, Marisa Fernández, indicaba, tras una reunión son los responsables municipales, que «el alcalde nos apoya». «Le parece un escándalo que esas 36 viviendas lleven tres años sin ser otorgadas», añadió.

Ángel García, alcalde de Siero, que no tiene competencia en este proceso, se reunió ayer con estos vecinos y les trasladó su malestar con la forma de gestionar su problema. «No entendemos que después de tres años finalizadas, en un suelo cedido por el propio Consistorio, no se hayan entregado. Es un muy mal ejemplo de gestión pública», dijo. Además, remarcó que «tras tres años de espera ahora se comunica a los vecinos que sólo uno de los tres bloques construido será habilitado, ya que los otros dos están inutilizados por vandalismo, y que necesitan una fuerte inversión que por el momento no se va a acometer»

El regidor sierense se pone del lado de sus vecinos de Carbayín Bajo y acudirá con ellos a la reunión que han solicitado al presidente del Principado, Adrián Barbón, para intentar alcanzar una solución.

Incide en que su intención es que se les dé una solución «dentro de la legalidad». «A nosotros las condiciones de venta y/o alquiler de las nuevas viviendas nos las dio el propio Principado en 2020, entendemos que era legal. Y eso es lo que reclamamos, no queremos más pero tampoco menos», remarca, por su parte, Fernández.

Los vecinos tiene fe en que el Principado, quien tiene todas las competencias en este asunto, les escuche. En caso contrario, advierten, «seguiremos luchando por nuestras casas».

Insisten en que «no pedimos más que lo que nos prometieron en 2020, queremos tener opción a una compra no a un alquiler, que es lo que nos ofrece ahora». También piden que se valore su vivienda antigua». Y temen que si se obliga, por su mal estado, a derribar sus casas en la barriada «tengamos que abonar esos trabajos».

Vipasa sólo les ofrece doce viviendas en régimen de alquiler. Una decisión que se les comunicaba recientemente y que provocaba un nuevo motivo de malestar dado que no se les da la opción de compra. Los vecinos ya dijeron que rechazaban esta propuesta y retomaron sus acciones, con la petición de una reunión con Adrián Barbón y de otra, celebrada ayer, con el alcalde de Siero.